Este evento, que ya es una tradición en la localidad, atrajo a un público apasionado que llenó cada rincón disponible, dejando claro que el arte flamenco tiene un lugar privilegiado en el corazón de los villaralbinos.
El cartel del festival estuvo encabezado por figuras destacadas del cante, como Capullo de Jerez, que con su toque inconfundible de Ramón Trujillo y la percusión de El Tripa, ofreció una actuación vibrante que resonó en las calles del pueblo. Las palmas y jaleos de Jesús Flores y Rubichi añadieron ese toque esencial que hace del flamenco un arte tan emocionante y auténtico.
María Jesús Bernal también dejó huella con su poderosa interpretación, acompañada por la maestría de Antonio Carrión al toque y el respaldo de las voces y palmas de Flores y Rubichi. Su actuación fue un claro ejemplo de la fuerza y la pasión que caracterizan al flamenco.
El baile, a cargo de la Compañía Rapico, fue otro de los momentos álgidos de la noche. Con una puesta en escena llena de fuerza y elegancia, los bailarines lograron arrancar ovaciones de un público entregado, que supo apreciar cada taconeo, cada giro y cada despliegue de arte sobre el escenario.
Presentado por Félix Rodríguez Lozano, el evento no solo consolidó el Festival de Flamenco de Villaralbo como un referente cultural en la provincia, sino que también demostró la capacidad del flamenco para emocionar y conectar con las raíces más profundas de la tradición española.
El éxito de la velada es una muestra del compromiso del Ayuntamiento de Villaralbo y de los organizadores por mantener viva esta expresión cultural, garantizando la continuidad de un festival que, año tras año, sigue atrayendo a más seguidores y que, sin duda, continuará siendo un pilar cultural de la localidad.
La magia del flamenco iluminó la noche del domingo en Villaralbo, dejando en el aire el eco de una tradición que se disfruta con pasión y entrega.
