El TSCYL confirma la condena a tres años de cárcel por estafar a un industrial con la venta de 800 cerdos
El ya condenado era muy conocido en el sector por su vinculación a una empresa líder
Ahora, la Sala confirma la sentencia en su integridad y obliga a devolver la cantidad defraudada de 77.000 euros
El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha confirmado la sentencia emitida por la Audiencia Provincial de Salamanca que condenaba a un hombre a tres años de cárcel por los delitos de falsedad y estafa tras engañar a un industrial del sector cárnico con la venta de más de 800 cerdos. Además, deberá compensar a los estafados la cantidad defraudada así como asumir las costas del proceso judicial.
En su dictamen, la Sala de lo Civil y Penal desestima el recurso interpuesto por el condenado, que actuaba de intermediario y llegó a percibir 87.000 euros por la venta unos animales que no eran suyos y que nunca llegó a entregar al comprador. El ganadero propietario de los mismo era ajeno a esta operación comercial fraudulenta.
El ya condenado era muy conocido en el sector por su vinculación a una empresa líder. La sentencia considera probado que el condenado falsificó la firma del propietario de la partida de animales y simuló una disposición sobre los mismos que no era real.
A ello se suma el recurso de realizar visitas a la finca del dueño de los animales con el fin de ganarse la confianza de sus potenciales víctimas: "Allí presenciaron que los empleados de la finca conocían y trataban con familiaridad al acusado, quien les mostró la partida de cerdos objeto del contrato", subraya la sentencia.
Los estafados, padre e hijo, llegaron a pagar 77.000 euros más el 10 por ciento de IVA por 220 cerdos ibéricos puros y 220 cerdos del cincuenta por ciento de raza ibérica –más otros 400 cerdos del cincuenta por ciento de cebo campo, que nunca recibieron.