Un político nunca debe decir la verdad. Eso lo comentó en célebre entrevista Maragall, el líder del PSC, presidente de la Generalidad y alcalde de Barcelona, en entrevista realizada en RNE por Carlos Herrera. Sin palabras. Entiendo, pues, que todos los políticos, a derecha e izquierda, por arriba y por abajo, jamás pronunciarán verdades como puños, sino que las esconderán debajo de su lengua y después aventarán todas las mentiras que se les ocurran. Pero si el político miente siempre, alcanza su máxima producción cuando se fija una fecha electoral. Por ejemplo, el 13 de febrero, elecciones a las Cortes de Castilla y León.
Tercera Edad en Acción, formación de la que soy delegado en nuestra provincia, siempre apoyó todas las iniciativas de la Asociación en Defensa de la Sanidad Pública de Zamora, que dirigen, con sabiduría y fuerza, Jero Cantuche y Carlos Pedrero, porque sabemos el caos sanitario que viven los ciudadanos del medio rural desde hace décadas: ni Lucas, ni Juan Vicente Herrera ni Alfonso Fernández Mañueco encontraron la solución a los gravísimos problemas sanitarios de las personas que viven en nuestros pueblos, incluso creo que, con el paso de los años, se potenciaron hasta enquistarse. El candidato del PP a la Presidencia del ejecutivo autonómico nombró a la que se definió como el mejor médico del mundo mundial, Verónica Casado, de Ciudadanos, como consejera de Sanidad, apoyada desde la vicepresidencia por otro doctor, Igea. En principio, parecían personas conocedoras del problema sanitario en el agro de nuestra región. Pues fue todo lo contrario. Por lo que respecta a nuestra provincia, jamás la salud resulto tan perjudicada. Mañueco guardó silencio. No dijo esta boca es mía.
Pero ahora, cuando el 13 de febrero, justo un mes, se celebran comicios autonómicos, el candidato del PP nos promete garantizar por ley la apertura de los consultorios médicos. Lo dijo hace unos días, 8 de enero, en la a Convención Intermunicipal del PPCyL: “Prometí que mientras fuera presidente los consultorios no se cerrarían y lo he cumplido y ahora voy a garantizar por ley la apertura de los consultorios en el medio rural y lo voy a cumplir: se acabaron las ocurrencias". Traduzco: durante décadas, al parecer, según el candidato, los distintos gobiernos del PP, han gobernado la salud de los vecinos del medio rural con ocurrencias. Hay que tener mucha cara o cachondearse del pueblo para venirnos ahora con abrir todos los consultorios médicos, seguro que ya tomados por las telarañas y el polvo.
Con esta incalificable política sanitaria de la Junta, cómo vamos a fijar población en las comarcas zamoranas, qué jóvenes elegirán seguir en su pueblo, cuántas familias dejarán la gran ciudad, tras jubilarse, para regresar al pueblo, donde carecen de unos mínimos para sentirse atendidos si les falla la salud en cualquier momento.
Mañueco ofrece ahora lo que jamás facilitó a los ciudadanos durante su Presidencia. Y lo promete, porque sabe que el ciudadano se lo cree todo y, además, se olvida de las promesas incumplidas de los políticos. El pueblo carece de memoria. No recuerda nada. Pero, si vuelve a ocupar el despacho de la Presidencia de la Junta, no cumplirá con la apertura por ley de los consultorios médicos en el medio rural. Él lo sabe. Pero un político nunca debe decir la verdad, porque la gente se podría asustar. Por lo tanto, se miente, porque el embuste se digiere mejor que la verdad.
Si el PP resulta el partido más votado en nuestra provincia, en el medio rural, en las próximas elecciones autonómicas, los zamoranos que voten la lista popular tendrán lo que se merecen. Después se quejarán de falta atención médica, de que no se abren los consultorios y que se morirán porque la sanidad no cuenta para los habitantes del agro.
Y para finalizar, más corrupción. Según informó el digital Diario.es, Castilla y León pagará más de seis millones a las empresas escogidas a dedo para hacer 200.000 test de antígenos. Si es mentira, que la Junta demande a este medio. Si no lo hace, ya sabemos aquel dicho: “Quien calla, otorga”
