Las mascarillas regresan, ahora sí, a los centros asistenciales como elemento obligatorio
La orden ministerial que ya ha recibido la Junta entra en vigor tras su notificación por parte del Ministerio de Sanidad
La medida podría pasar a recomendación siempre y cuando la región presente datos de descenso de la Incidencia Acumulada de Infecciones Respiratorias Agudas durante dos semanas consecutivas
La Junta de Castilla y León, en su condición de autoridad sanitaria, hace pública así esta Orden ministerial por la que vuelve a establecerse la obligatoriedad del uso de las mascarillas, tanto en centros sanitarios como hospitales o centros de salud públicos como en consultas del ámbito privado. Con la notificación por parte del Ministerio de Sanidad al Ejecutivo regional, la orden entra directamente en vigor y así permanecerá hasta que la ministra del ramo "apruebe la finalización de su vigencia".
Todo ello pese a que este miércoles el consejero de Sanidad de la Junta, Alejandro Vázquez, asegurara que una vez la orden llegara debería llevarse a Consejo de Gobierno para su aprobación y posterior publicación en el Boletín Oficial de la Comunidad (BOCyL), SI BIEN el articulado del Ministerio precisa que no se requiere dicho trámite, por lo que su entrada en vigor ya es una realidad para todos los centros sanitarios de la región.
La medida podría pasar a recomendación siempre y cuando la región presente datos de descenso de la Incidencia Acumulada de Infecciones Respiratorias Agudas durante dos semanas consecutivas, tal y como ha establecido el Gobierno central. Aquellas que a pesar de cumplir ese criterio quieran mantener la obligatoriedad, de acuerdo con el análisis de sus datos, podrán hacerlo durante la vigencia de la Declaración de Actuaciones Coordinadas.
El objetivo esencial de esta medida busca “reducir la transmisión de virus y proteger a las personas con riesgo de complicaciones asociadas a infección que acuden a estos centros o se encuentran hospitalizadas, además de proteger la salud de los trabajadores sanitarios.
Su uso obligatorio podrá excusarse en aquellos ámbitos donde exista interacción verbal y/o gestual que sea importante en el abordaje o trato con el paciente.
La Orden ministerio recoge además recomendaciones generales para la población, como la utilización de mascarilla ante la presencia de síntomas de infección respiratoria, al entender que “la ciudadanía tiene un papel fundamental en la reducción de la transmisión de las infecciones respiratorias”.
En cuanto a recomendaciones en centros residenciales de personas vulnerables y farmacias, la norma ministerial indica que “aunque no se recomienda el uso universal de las mascarillas para cuidar el bienestar de los mayores tanto a nivel físico como emocional, se considera necesario tomar precauciones adicionales para proteger a las personas residentes y evitar brotes, especialmente en situaciones de alta circulación de virus respiratorios como la que se vive en estos momentos”.
Es por ello que, siguiendo la Guía con recomendaciones específicas en este ámbito, aprobada por la Comisión de Salud Pública en julio de 2023, se debe asegurar la provisión y uso de mascarillas para el personal que atiende a personas con síntomas compatibles con infección respiratoria aguda y para las personas que presenten síntomas.
Así mismo, este nivel de recomendación se hará extensivo también a las oficinas de farmacia.
Otro aspecto de la Orden se centra en el fomento de medidas higiénicas y asegurar una adecuada ventilación de espacios interiores, al entender que para disminuir la transmisión a nivel poblacional se debe insistir en la importancia de las medidas higiénicas como la etiqueta respiratoria o lavado de manos.
Asimismo, la norma incide en que se debe garantizar una correcta ventilación de espacios interiores, medida que ha demostrado una gran eficacia para reducir el riesgo de transmisión de infecciones respiratorias.
El último aspecto recogido en la Orden Comunicada de la ministra de Sanidad se refiere a incrementar las tasas de vacunación antigripal y frente al SARS-CoV-2 en la población con indicación vacunal.
Así, se entiende que esta vacunación es una medida fundamental para reducir las complicaciones y gravedad de estas infecciones, por lo que se recomienda su administración en todos los grupos de riesgo para los que está recomendada, especialmente en una temporada de alta incidencia como la que estamos experimentando.
En el momento actual, se continúa recomendando la vacunación de gripe y COVID-19 a la población que con mayor probabilidad puede tener enfermedad grave tras una infección por virus de la gripe y SARS-CoV-2 (sobre todo, personas de 60 y más años de edad, aquellas que residen en instituciones, embarazadas y aquellas con condiciones de riesgo y sus convivientes), así como a las personas que por su situación laboral se consideran importantes para reducir el impacto y el mantenimiento de servicios críticos y esenciales a la comunidad.
Se recomienda también la administración de nirsevimab en la población infantil diana en esta temporada 2023-2024, es decir, población con algo riesgo de enfermedad grave por VRS, recién nacidos y menores de 6 meses.
Dada la situación epidemiológica actual y el hecho de que es previsible que durante unas semanas continúen las cifras elevadas de circulación del virus de la gripe, debería intensificarse los esfuerzos de vacunación realizando llamamientos especiales o flexibilizando las vías de acceso de la población susceptible de vacunación, para tratar de alcanzar cifras equiparables a los dos últimos años. Las CCAA y el Ministerio de Sanidad, en el marco de sus respectivas competencias, podrán ampliar la campaña actual. Además, el Ministerio de Sanidad llevará a cabo un refuerzo de las acciones de comunicación para ayudar a mejorar las tasas de vacunación.