La JCyL rechaza la PNL sobre la regulación de comedores escolares en el primer ciclo de infantil

Alimentación bebé. Fotografía de archivo
UGT ha denunciado en innumerables ocasiones que la normativa recogida en los pliegos de comedores escolares no contempla ninguna referencia a cómo deben ser los menús y el funcionamiento del personal de comedores escolares para dar cobertura a las necesidades de esos grupos de edad

El pasado viernes día 24 de noviembre, se debatió en la Comisión de Educación de las Cortes de Castilla y León la Proposición no de ley 666 instando a la JCyL a adoptar las medidas que se requieran para que el servicio de comedor escolar se ajuste a las necesidades del alumnado del primer ciclo de educación infantil publicada en el Boletín de Cortes de 9 de noviembre.

En dicho debate, según UGT, los procuradores del Partido Popular y de Vox “utilizaron excusas y divagaciones de datos económicos que nada tienen que ver con el fondo del asunto” y denegaron con su voto que los escolares de 1 y 2 años que hacen uso del servicio de comedor escolar en centros públicos puedan recibir una dieta adaptada y acorde a sus necesidades dando una regulación adecuada al servicio.

UGT ha denunciado en innumerables ocasiones que la normativa recogida en los pliegos de comedores escolares que se pusieron en marcha en diciembre de 2022 no contempla ninguna referencia (más allá de una tabla de gramajes de alimentos para los niños de 2 años) a cómo deben ser los menús y el funcionamiento del personal de comedores escolares para dar cobertura a las necesidades de esos grupos de edad.

El sindicato quiere explicar así a las familias usuarias “que la JCYL se ha negado a regular y recoger, tal y como le instó ya hace meses el Procurador del Común, una normativa que contenga menús equilibrados y adaptados (no consistente en pasar por una batidora el menú marcado para todos los usuarios) para los menores de 0-3 años y que además contemple la delimitación de funciones de cada uno de los profesionales que intervienen en el horario de la comida de los menores”.

Es preciso recordar que el servicio de comedor escolar en el primer ciclo de infantil no se ofrece “con plena normalidad”, tal y como indican desde el PP, porque la empresa que gestiona el servicio está consultando a los progenitores si el niño es capaz de deglutir o ingerir alimentos enteros o deben triturarlos. Para el sindicato, este no es un procedimiento adecuado ni se basa en criterios de alimentación que consideren los rangos de edad ni adapte la dieta a los más pequeños.

De hecho, la única modificación normativa introducida es la que permite que esos alumnos obtengan beca de comedor como el resto de usuarios de otras etapas del servicio. Por eso, para UGT, “la Junta piensa que por pagar y bonificar ese servicio puede hacer con la alimentación de esos niños y niñas y con el desarrollo del servicio lo que le de la gana”. Asimismo, UGT afirma que la negativa a sacar adelante esa PNL, presentada por el grupo socialista en Las Cortes e impulsada por el sindicato, “es una muestra más de que las medidas que la JCyL pone en marcha carecen de planificación y no tienen en cuenta las consecuencias que puede tener en usuarios, empresas y, por consiguiente, en las personas trabajadoras de esos servicios”.

Como bien reflejó el Procurador del PSOE encargado de defender la PNL, “no es muy racional votar en contra de una propuesta que dicen haber aceptado al procurador del común” pero la realidad es que ha sido denegada su tramitación.

Así, las personas trabajadoras de este servicio profesionalmente feminizado, que de por sí trabajan en condiciones precarias atendiendo ratios de niños de hasta 40 comensales por monitor en primaria y 25 en infantil, ven ahora su carga de trabajo incrementada con la inclusión de las tareas que conllevan estos grupos de edad. Si bien la atención directa de esos grupos de edad la llevan a cabo los propios técnicos en educación infantil, las empresas concesionaras del servicio de comedor, al existir una falta de regulación en los pliegos que les vinculan al servicio licitado por la administración, se limitan a asignar cada vez más funciones a sus trabajadores aumentando la precariedad de las personas trabajadoras del sector.

Por eso, desde UGT han querido denunciar, una vez más, “la falta de diligencia y de colaboración por parte de la administración educativa de la Junta para mejorar un servicio complementario educativo y de conciliación tan importante como es el comedor escolar”.