Castilla y León y Extremadura se alían para enfrentar una amenaza que crece cada año
En un contexto de creciente preocupación por el aumento de la intensidad y peligrosidad de los incendios forestales, las comunidades autónomas de Castilla y León y Extremadura han dado un paso al frente en su colaboración para combatir estos desastres naturales. El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, y su homólogo extremeño, Ignacio Higuero, han mantenido una reunión en León este lunes para reforzar los lazos de cooperación interregional en la prevención y extinción de incendios.
Durante el encuentro, ambos responsables subrayaron la necesidad de aunar esfuerzos para hacer frente a las complejidades de los incendios forestales, que cada vez presentan mayores desafíos debido a las condiciones climáticas extremas. En esta línea, se discutió la posibilidad de compartir recursos, equipos y personal especializado entre ambas regiones, lo que permitiría dar una respuesta más eficaz ante emergencias.
La colaboración entre Castilla y León y Extremadura en esta materia no es nueva. Desde 2020, se han llevado a cabo 33 intervenciones conjuntas, una media de ocho por año. De estas, 20 fueron operativos del INFOCAL de Castilla y León en territorio extremeño, mientras que el INFOEX de Extremadura ha apoyado a la comunidad castellana y leonesa en 13 ocasiones. Estas cifras subrayan la importancia de la cooperación entre regiones limítrofes para mejorar la capacidad de respuesta ante incendios, donde los recursos y la rapidez de actuación pueden marcar la diferencia.
Además de la extinción de incendios, la reunión abordó otras áreas de colaboración, como la gestión de la caza, la pesca y los ecosistemas forestales. En particular, se destacó la reciente colaboración en la Semana Internacional de la Trucha, celebrada en León, donde ambas comunidades compartieron experiencias sobre la gestión de las cuencas fluviales comunes. También se discutieron medidas conjuntas para combatir el nematodo del pino, una plaga que afecta a los bosques de ambas regiones.