Se desconoce ahora mismo el alcance del brote, si se ha extendido a los módulos y si hay más trabajadores afectados pero la alarma ha saltado en el centro penitenciario que alberga una gran cantidad de reclusos repartidos en módulos, una opción de corte del contagio, aunque podrían verse afectados en su totalidad al partir el foco de la cocina.
La prevención y las mascarillas en Topas han sido claves durante la pandemia y ahora será momento de hacer pasar a toda la población reclusa por test rápidos para saber al menos el alcance de este brote que se ha ocasionado en la cocina, y al parecer debido al contagio y positivo de un cocinero externo al centro, y que podría ser el introductor del virus en la prisión.
Ya hay en aislamiento preventivo varios presos de cocina para evitar el contacto tanto con los demás como con los funcionarios que si que podrían trasladar el virus también al pasar de una zona a otra.
Los funcionarios tendrán que tomar por tanto sus precauciones especiales y volver a protocolos establecidos, en plena pandemia, ya que la transferencia de la comida y por las personas asignadas a la cocina pasan de módulo en módulo, y ahora mismo no es posible determinar el alcance del brote.
Cientos de presos están vacunados pero en algún caso ya se ha pasado el tiempo de esos seis meses de vacuna, y tendrán que ir a esa tercer dosis que podría solventar problemas como los que llegan en centros con una gran presencia y contacto de personas aunque estén aisladas del exterior.
Aún no ha trascendido el número de reclusos que han sido contagiados por este nuevo brote que añade más presión a una cárcel muy cercana tanto a Salamanca capital como a Zamora.
