La Semana Santa y el Toro Enmaromado, las propuestas turísticas de las que presume Benavente
Desde el ayuntamiento buscan el distintivo de Fiesta de Interés Turístico Regional y la declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional
La tradición del Toro Enmaromado ha pasado por numerosos avatares históricos que interrumpieron la fiesta en algunos momentos, como durante la Guerra Civil
La Semana Santa se caracteriza por la sobriedad y su imaginería viene a ser un compendio de las diferentes etapas históricas y gustos estéticos por los que ha discurrido a lo largo de su historia
Benavente es un "importante cruzo de caminos" en el que han ocurrido "hechos históricos de España" como la unión definitiva de los dos reinos. Pasear por su tierra "es sentir el contraste entre lo moderno y lo tradicional", ha remarcado Beatriz Asensio, su alcaldesa, para promover la visita de turistas en la Feria Internacional de turismo interior (INTUR).
Inmuebles que muestran "los diferentes estilos contemporáneos que se han sucedido durante los últimos siglos" como la Iglesia de Santa María de Azogue, Casa de Solita o la Plaza Mayor. Pero Benavente "es más que todo eso", como los recuerdos de la tradición taurina "donde es más que un animal", por ello, buscan la declaración de la Fiesta del Toro Enmaromado de Interés Turístico Nacional. En este día, los mozos corren agarrados a una larga maroma sujeta a las astas del toro. Las peñas, las charangas y las verbenas contribuyen a crear un gran espectáculo de música y colorido.
La tradición del Toro Enmaromado ha pasado por numerosos avatares históricos que interrumpieron la fiesta en algunos momentos, como durante la Guerra Civil. Salvo esos altibajos, se observa una continuidad en el festejo desde hace unos trescientos años. De hecho, tiene un origen legendario; la leyenda relata como la condesa de Benavente sufrió la pérdida de un hijo en las astas de un toro de su ganadería. Mandó sacrificar la res y ordenó que se donara todos los años un ejemplar de su vacada para que, enmaromado, corriera por las calle de la villa en víspera del Corpus Christi.
Benavente también presume de su Semana Santa, que "se desarrolla en un entorno único" y que busca el distintivo de Fiesta de Interés Turístico Regional. Se caracteriza por la sobriedad y su imaginería viene a ser un compendio de las diferentes etapas históricas y gustos estéticos por los que ha discurrido a lo largo de su historia.
Así se pueden observar retazos de sabor medieval y ruralizante, junto a otros cargados de efectismo barroco. También se pueden encontrar en su imaginería procesional señales de la Semana Santa decimonónica, con imágenes ataviadas ricamente, con doseles al estilo andaluz, en una estética muy al gusto de la burguesía finisecular, impulsora y patrocinadora de las manifestaciones religiosas de aquel tiempo.