El Pabellón Ángel Nieto se tiñe de verde pistacho
El BM Zamora volvió a demostrar su fortaleza en casa con una victoria contundente ante el Grupo Cultural Covadonga, aunque con un final más apretado de lo esperado (36-31). Durante gran parte del encuentro, los pistachos dominaron con autoridad, construyendo una ventaja de hasta diez goles gracias a una defensa férrea y un ataque demoledor. Sin embargo, en los últimos minutos, un exceso de relajación permitió a los asturianos recortar distancias y poner algo de emoción al desenlace.
El partido arrancó con igualdad, con un Covadonga que plantó cara en los primeros minutos. Pero pronto el BM Zamora empezó a imponer su ley. Con una defensa férrea y un Lautaro inspirado bajo palos, los de casa fueron minando la confianza del rival. Desde ahí, el equipo creció y castigó cada error del conjunto asturiano con rápidos contraataques.
Pau Ortega (4 goles en la primera mitad) y Giannini (3) llevaron el peso ofensivo en los primeros treinta minutos, en los que los pistachos lograron una renta que llegó a ser de siete goles al descanso (20-13). El Covadonga, sin un plan claro en ataque, se estrelló una y otra vez contra la defensa zamorana y apenas pudo contener el ritmo impuesto por los pistachos.
La segunda parte siguió el mismo guion: intensidad en defensa, rapidez en la circulación y transiciones letales. El BM Zamora sacó partido de su velocidad y machacó al Covadonga con hasta cinco contraataques que, además de ampliar la diferencia, minaron la moral de los visitantes. Giannini, Ortega y un cada vez más suelto Raúl Escudero (3 goles) siguieron sumando, mientras que Guille García también aportaba en el ataque.
El Covadonga, que dejó a siete jugadores de campo durante algunos instantes, fue castigado por los Guerreros de Viriato que anotaron un gol a puerta vacía. Incluso Lautaro, en un intento espectacular desde su propia área, estuvo a punto de sumarse a la fiesta goleadora.
Con el partido aparentemente sentenciado y el BM Zamora alcanzando una ventaja de diez goles, llegó la desconexión. Un exceso de confianza permitió al Cobadonga acercarse hasta el 33-30 en los últimos minutos, haciendo que el Ángel Nieto contuviera la respiración por un instante. Pero los zamoranos reaccionaron a tiempo y cerraron el choque con un 36-31 que reflejó su superioridad a lo largo del partido.
A pesar del susto final, el BM Zamora sumó una victoria importante en su camino. No obstante, la relajación de los últimos minutos debe servir de aviso, ya que contra el Santoña, su próximo rival, no podrán permitirse estos descuidos. Los pistachos siguen firmes en su lucha, pero saben que deben mantener la intensidad hasta el último segundo.