Con una gran entrada en las gradas, los Pistachos demostraron que, con el apoyo de su gente, el Ángel Nieto sigue siendo una pista temida para cualquier rival.

Un partido intenso y con sabor a victoria

Desde el pitido inicial, los de Félix Mojón marcaron el ritmo del encuentro, con una defensa sólida y un ataque efectivo que les permitió dominar el marcador durante buena parte del choque. El equipo cántabro no lo puso fácil, manteniendo la tensión hasta el tramo final, pero los zamoranos supieron gestionar sus ventajas para cerrar el encuentro con tres goles de diferencia.

El factor Ángel Nieto

El público fue clave. El pabellón rugió como en las grandes citas y el equipo respondió con entrega y juego. La conexión entre la grada y los jugadores volvió a ser determinante, con un speaker que, una vez más, levantó al pabellón y convirtió cada gol en una celebración colectiva.

Vuelve el orgullo pistacho

El triunfo supone un golpe de confianza para los Pistachos, que recuperan la senda de la victoria en casa y confirman que este proyecto tiene madera para ilusionar. El equipo mostró solidez, carácter y ese punto de garra que hace falta para aspirar a todo en una competición tan igualada como la Primera Nacional.

Con este resultado, el Caja Rural de Zamora da un paso adelante en el arranque liguero y deja claro que en el Ángel Nieto se va a sufrir, pero sobre todo se va a disfrutar del mejor balonmano.