El Zamarat se reivindica
El Ángel Nieto volvió a ser testigo de una tarde en la que el Zamarat recordó lo que significa competir sin reservas. Venía golpeado, no solo por dos derrotas consecutivas, sino por la sensación de haber perdido el rumbo en ciertos momentos. Sin embargo, este sábado, con el calor de su público y el ánimo renovado, las naranjas dieron un paso al frente.
El inicio del partido no dejó dudas: el equipo quería ganar, y estaba dispuesto a pelear cada balón. En los primeros minutos, el marcador comenzó a inclinarse a su favor con ataques rápidos, solidez defensiva y un reparto equilibrado de la anotación. Zoe Hernández, rápida y certera, inauguró la lluvia de triples del Zamarat, mientras que Bea Sánchez y Scott consolidaron la ventaja inicial con una presencia dominante bajo los aros. El Al-Qázeres, sorprendido por la agresividad del rival, necesitó tiempo para reaccionar, pero nunca encontró la fórmula para igualar la energía naranja.
Los problemas técnicos en la mesa de anotaciones, que obligaron a detener el juego en más de una ocasión, parecieron restar ritmo a un partido que se mostraba eléctrico desde el inicio. Sin embargo, estos incidentes no fueron suficientes para desviar al Zamarat de su objetivo. Sara Castro, que jugaba con algo más que determinación frente a su antiguo equipo, dio un recital. Su capacidad para leer el juego y convertir los momentos de duda en acciones decisivas marcó un punto de inflexión cuando las extremeñas amagaban con meterse en el partido.
Al descanso, la diferencia de seis puntos (37-31) era un reflejo de los altibajos en ambos lados de la pista. El Zamarat había mostrado chispazos de un gran baloncesto, pero también evidenciaba que necesitaba pulir algunos aspecto. En el regreso a la pista, el equipo mostró otra cara: una más sólida, más paciente.
El tercer cuarto fue un tira y afloja. Las visitantes lograron colocarse peligrosamente cerca en el marcador, pero ahí estuvo Bea Sánchez, liderando con oficio. Mientras tanto, Scott y Zoe no bajaron la guardia, aportando puntos esenciales y controlando el rebote.
Con nueve puntos de ventaja de cara al último tramo (54-45), el Zamarat afrontó el final con la confianza suficiente para cerrar el partido, pero sabiendo que no había lugar para relajarse. Sara Castro tomó la batuta una vez más, con acciones precisas que no solo sumaron puntos, sino que levantaron al Ángel Nieto. Las canteranas, que tuvieron minutos en los instantes finales, cerraron partido que había tenido de todo: tensión, lucha y, finalmente, alivio.