El Menorca arranca la temporada con fuerza, imponiéndose al Zamora en un partido lleno de altibajos y errores clave por parte del equipo visitante. Aunque el técnico del Zamora no dudó en felicitar al equipo local por su actuación y la atmósfera vibrante del pabellón, su análisis del partido fue claro: uno de los peores desempeños que recuerda de un equipo bajo su mando.
Los errores del Zamora no fueron simples fallos de tiro, sino errores básicos de concentración, algo que preocupa a su entrenador. "Si jugamos a este nivel, no ganaremos", dijo tajante, reconociendo que su equipo mostró garra y lucha, pero que en esta categoría ya no basta con eso. "Se presupone que los demás también tienen ganas y ahora hay que jugar al baloncesto", añadió, dejando claro que los nervios del debut en la categoría jugaron un papel importante en los errores cometidos.
Pese a las dificultades, el Zamora estuvo cerca de dar la sorpresa en un pabellón siempre complicado, aunque el propio técnico admitió que, de haber ganado, la victoria habría sido "completamente inmerecida". La figura de Víctor Arteaga en la segunda mitad fue determinante para decantar el encuentro en favor del Menorca, aprovechando los momentos de desconcierto en la defensa zamorana.
El entrenador también hizo una autocrítica respecto a su debut en la categoría, admitiendo que su dirección no fue la mejor y que tanto él como sus jugadores deben acostumbrarse al alto nivel competitivo. "El nivel de esta categoría comparado con donde venimos es la noche y el día", reconoció, mirando ya hacia el próximo desafío ante Valladolid, donde espera que su equipo pueda empezar a corregir los errores y competir con más solvencia.
El Menorca, por su parte, mostró una identidad clara y una defensa sólida que forzó al Zamora a buscar canastas en situaciones individuales. "Sabemos lo que cuesta ganar aquí", concluyó el técnico visitante, con la esperanza de poder devolverle la moneda al equipo balear cuando se enfrenten de nuevo en Zamora.