Saulo Hernández: "Hemos movido montañas"

CB Zamora, Saulo Hernández
La despedida de algunos jugadores sobrevoló un final de temporada que dejó más orgullo que frustración

El CB Zamora se despidió este viernes del Ángel Nieto con una derrota ante el Grupo Alega Cantabria, en un encuentro en el que el equipo tardó en activarse y acabó pagando la falta de frescura mental tras una exigente campaña. Así lo reconoció el técnico Saulo Hernández, que no dudó en felicitar al conjunto rival y destacar su mérito en la pelea por la permanencia: "Han sido justos vencedores y, sinceramente, creo que su salvación es merecida".

Lejos de lamentarse por el resultado, Hernández hizo balance de un año “casi perfecto” en lo deportivo y extraordinario en lo emocional. "Después de habernos dejado todo durante muchos meses, apretar una semana después no es tan sencillo, aunque quieras", explicó. "Solo cuando ya llevábamos un tiempo, y ayudados por este público increíble, hemos entrado en el partido e hicimos lo que sabemos: luchar hasta el final, pase lo que pase".

El entrenador zamorano se mostró especialmente emocionado con el ambiente vivido en el pabellón. “Que pasen 30 minutos tras el partido y nadie se mueva del sitio… Eso significa que se lo han pasado muy bien con nosotros, que se sienten identificados. Y eso mola mucho”, aseguró. En su intervención, agradeció el apoyo de todos los sectores implicados en el proyecto: instituciones, empresas, aficionados, periodistas y personal del club. "Este año hemos ido todos en la misma dirección, y eso se ha notado", dijo.

La despedida de algunos jugadores sobrevoló un final de temporada que dejó más orgullo que frustración. “Esto solo pasa cuando ganas un título. Y aquí lo hemos conseguido después de una derrota. Este año se nos quedará grabado”, afirmó.

Sobre el rendimiento del equipo en una de las ligas más duras del continente, Hernández fue claro: “Estamos hablando de una competición con seis equipos que son como el Madrid o el Barça. Salvarse aquí, con 13 victorias, es una barbaridad. Y lo hemos hecho”.

El técnico zamorano finalizó reconociendo el enorme desgaste que ha supuesto el reto. “Me voy más cansado que nunca. Pero también más orgulloso. Porque la ilusión ha movido montañas, y este año las hemos movido”.