Las junior de oro

El CD Zamarat trabaja, desde hace años, en hacer crecer su cantera, no sólo en número, sino también en calidad de sus jugadoras que desde edades tempranas conocen los aspectos básicos del baloncesto y mejoran en el manejo del balón, el lanzamiento y la defensa. Sin embargo, los éxitos cosechados por una generación de jugadoras perdurarán durante años en el seno del club por ser las primeras y las que más lejos han llegado. Ellas fueron las junior de oro.

La gran familia del Zamarat.El trabajo de cantera es un trabajo muy lento, en el que hay que trabajar con pies de plomo, sin prisa y en el que los frutos se recogen con el paso del tiempo. Zamora, hasta hace unos años, no tuvo nunca una política de cantera o la paciencia suficiente para que estos cuajaran como personas y deportistas; sin embargo, la crisis y una concienciación de los directivos ha hecho de la provincia uno de los graneros de deportistas más importante en los últimos años.

En el CD Zamarat se comenzó el trabajo hace algún tiempo aunque, como en todo, cada año se va progresando en la formación de jugadoras y de entrenadores, ayudando en el crecimiento de la cantera. Un grupo de niñas que ya practicaban este deporte en la escuela, se unieron para formar la primera promoción en la que el club naranja trabajó desde la base. Muestra de ello es el ascenso hasta el primer equipo de Nuria Mateos y Beatriz Redondo. Ellas son la cara visible de un equipo que consiguió superar los cruces en el basket autónomico y plantar cara a los mejores equipos de la comunidad.

Nuria Mateos en un tiro libre.Ocho jugadoras principalmente, aunque acompañadas en unos u otros años por más canteranas naranjas, formaron parte del equipo que más éxitos ha cosechado en las categorías inferiores del CD Zamarat. Marta Barrios, Nuria Mateos, Elena Martín, Patricia Pérez, Esther Mateos, Ana Martínez, Mercedes Pelaez y Beatriz Redondo fueron las encargadas de abrir la brecha para que, las quellegaran detrás fueran creciendo sobre una base.

El equipo

Beatriz Redondo con el balón y detrás Esther Mateos.Aunque han sido Nuria Mateos y Beatriz Redondo las jugadoras que han acabado llegando al primer equipo, esas junior que crecieron de la mano de Javier Miguel fueron una generación talentosa que, de no haberse encontrado con el primer equipo en Liga Femenina podrían haber llegado a debutar con Juan de Mena.

Las junior de Javier Miguel estaban dirigidas por Marta Barrios, que hacía que llegaran los balones a Nuria Mateos y a Beatriz Redondo, las dos grandes anotadoras del equipo. Desde la línea de 6,25 esperaban su oportunidad Esther Mateos y Ana Martínez, a quien una lesión dejó prácticamente en blanco una de las temporadas. Elena, Mercedes y Patricia formaban parte del juego interior del equipo junto con Bea y eran las encargadas de dominar la pintura.

Patricia en las gradas después de un partido.Los partidos en el Manuel Camba o en el Ángel Nieto casi siempre fueron vibrantes, especializándose este equipo en remontadas imposibles tras no empezar bien los partidos. Con una intensidad agobiante, seña de identidad del conjunto de Javi Miguel, las zamoranas acababan ahogando a sus rivales y llevándose los partidos al final. El día que Nuria o bea no estaban acertadas de cara al aro, aparecía Marta Barrios para llevarse el equipo a la espalda. Nunca faltaba la aportación de Esther Mateos o de Ana Martínez para desatascar las defensas y el trabajo de las interiores, no siempre valorado en puntos, hacía posibles las victorias.

Javi Miguel fue capaz de crear un conjunto en el que nadie era imprescindible y en el que todo el mundo aportaba. Por eso, cuando compartieron vestuario con Elvira, Nerea, Lola, Virginia, Ana Yaiza, Paula o Andrea, el equipo seguía funcionando y ganando y ese gen quedó latente en el espíritu Zamarat para las generaciones venideras que compartieron viajes, partidos y madrugones con las junior.

Tres años de ensueño

Las junior celebran el pase a los cruces.Cuando la generación del 95 cumplía su segundo año como cadetes, el equipo consiguió pasar los cruces y jugar por el título de Castilla y León. Fue el primer premio al trabajo que se llevaba desarrollando en la cantera naranja desde hace años. Aunque no todas llegaron al equipo al mismo tiempo, siendo, por ejemplo, Marta Barrios una de las últimas en incorporarse, las ocho jugadoras estuvieron presentes en las tres temporadas en la que el equipo zamorano consiguió pasar los cruces.

La mayor sorpresa fue conseguir este hito el primer año de juniors, consolidar lo conseguido en cadetes y seguir haciendo historia en el baloncesto zamorano. Nunca nadie había conseguido, y no ha vuelto a lograr, clasificarse en tres ocasiones para la lucha por el Campeonato de Castilla y León.

Y eso que las zamoranas tenían el primer escollo cerca. La generación de oro del Zamarat concidió con una gran generación en el Corazón de María: Ana España, Alba Fijó, Ana Frades, Sara Fernández, Laura Galende, Alba Faúndez o Mónica Arias. Los duelos provinciales fueron, en muchas ocasiones, duelos para poder llegar a esa fase final en la que esperaban grandes conjuntos como Avenida o Aros de León.

Un grupo de amigas

Ana martínez atiende a las explicaciones de Javier MiguelQuizá, el sorprendente rendimiento de esta generación vino dado por las personas que había detrás de las deportistas. El CD Zamarat supo formar personas además de jugadoras de baloncesto y este grupo se unió para no separarse ya. Todavía hoy se reúnen en ocasiones espaciales o se acercan al Ángel Nieto para poder ver en acción a Nuria y Bea, o a Ana Yaiza, que hace funciones de delegada del primer equipo.

El baloncesto sigue siendo el nexo de unión del grupo, por eso, cuando los compromisos estudiantiles o laborales se lo permiten, siguen quedando para "echar unas canastas" y recordar los años juntas compartiendo el color naranja.

Reconocimiento

Reconocimiento a varias de las jugadoras.El CD Zamarat, que en este veinte aniversario está recordando la labor importante de quienes han formado parte del club durante su existencia, no quiso olvidarse de estas jugadoras de cantera que ya no prosiguen en la disciplina naranja y en el encuentro del pasado sábado recompensó con la insignia del club y una camiseta conmemorativa a algunas de las jugadoras que pudieron acercarse a presenciar un partido que tuvo como guinda la primera canasta de Nuria Mateos en Liga Femenina.

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