El Zamarat comienza venciendo al campeón (64-55)

Un Zamarat inestable, con momentos de gran baloncesto y otros minutos de partido sufriendo más de lo debido para enlazar jugadas, fue mejor que un Rivas que se pierde cuando no no tiene su quinteto tiular en pista. Las zamoranas, que mandaron siempre en el marcador aprovecharon la lesión de Gaby Ocete para aumentar la renta y acabar consolidando los primeros puntos.

Rivas es más nombre que plantilla, pero el nombre aún mete miedo, al menos hasta que pasen las jornadas y el calendario vaya poniendo a los equipos en el lugar que merecen. Y por eso, pese a dar la sensación de que no podrían llevarse nunca el partido, las madrileñas no acababan de descolgarse, insuflando miedo en la parroquia naranja cada vez que reducían la diferencia.

Fue ese miedo, unido a la ansiedad con la que jugó muchos minutos el conjunto de Juan de Mena, la que no dejó ver el mejor partido de las zamoranas, lejos de lo que habían mostrado en pretemporada. Aunque, igual que en la preparación, hubo minutos de gran baloncesto, moviendo muy rápido la bola, anotando y obligando al contrario a buscar tiros incómodos al final de la posesión.

Decidió Juan de Mena salir con Marina Delgado, Ylenia Manzanares, Daria Mieloszynska, Dragana Svitlica y Sandra Pirsic, por lo que la afición reconocía a un equipo que mantenía lo mejor de la pasada temporada junto a refuerzos de lujo. La apuesta le salió bien al entrenador zamorano, que vio como las suyas tomaban el mando del partido desde el principio y tenían rentas de entre 4 y 7 puntos durante gran parte del primer tiempo.

Durbin Y Mieloszynska encontraron el aro en sus tiros lejanos, y la defensa fue propicia para que las zamoranas sumaran más de 20 puntos al final del primer periodo. Sin embargo, algunos errores infantiles propiciaron que las madrileñas, comandadas por Gaby Ocete y la gran sensación del verano, Ángela Salvadores, se acercaran a 3 puntos.

El segundo periodo fue, quizá, el mejor de las zamoranas, pese a que la anotación fue baja. Van den Adel y Delgado supieron llevar el tiempo del partido y correr únicamente cuando fue necesario. La defensa de las zamoranas fue férrea, y únicamente Ajanovic parecía encontrar algún hueco entre las torres zamoranas. Al descanso se llegó con ventaja parcial del CD Zamarat 34-30 y la sensación de que el lobo era menos fiero de como lo pintaban.

En el tercer periodo el equipo naranja mostró lo mejor y lo peor de su repertorio. A tres jugadas de ataque asombrosas, en las que el balón se movió con velocidad y llegó hasta posiciones cómoda de lanzamiento, siguieron otros tantos ataques en los que el equipo jugó demasiado individual y no encontró aro. La goma se empezaba a estirar y nadie sabía si iba a acabar rompiéndose o Rivas iba a encontrar la inspiración que le permitiera ponerse por delante.

El momento crítico del partido llegó con la lesión de Gaby Ocete, a quien se le salió un dedo y tuvo que abandonar el partido entre signos ostensibles de dolor. Tuvo Zamarat, en esos momentos, la puntilla, y llegó a gozar de diez puntos de diferencia, pero varios ataques sin rumbo permitieron que Rivas se aproximara en el electrónico y creyera en la victoria.

De Mena sentó a una desafortunada Van den Adel y Marina Delgado encontró el camino del éxito, llevando a las zamoranas a recuperar las rentas de los diez puntos y a Rivas a tirar la toalla al sentar a Salvadores muy cansada. Las más jóvenes de las madrileñas quisieron dar el último estertor, y volvieron a aproximar el partido, pero la veteranía del Zamarat fue suficiente para hacer que pasara el tiempo y llegara el primer triunfo de las zamoranas.