El último cuarto castiga al CD Zamarat (59-66)
Las naranjas llegaban al partido fuera del descenso, teniendo que reforzar su candidatura contra el quinto clasificado de la Liga Día, el Valencia. Terminó siendo el último cuarto el que condenaría a las de Fran García, que estuvieron durante casi todo el partido arriba.
En un comienzo dubitativo para las naranjas, Laura Quevedo ponía el acierto para las locales desde el exterior. Con el equipo a su espalda a los cinco minutos el Zamarat se ponía siete arriba, obligando a las levantinas a pedir un tiempo muerto. La charla parecía sentarles bien a las visitantes, puesto que al final del primer cuarto habían conseguido darle la vuelta al resultado.
Las naranjas volvían a controlar el comienzo del segundo periodo, y a los dos minutos ya volvían a ponerse arriba con una ventaja de cinco puntos. Chelsea Nelson, MVP de la última jornada, empujaba a las naranjas junto a Vivi Pierre-Louis, que dominaba el posteo. Incluso Stanacev, que no había obtenido crédito alguno de sus lanzamientos al inicio del partido, se atrevía con éxito desde la línea de 3. Sin embargo, un nombre entre toda la plantilla de Valencia cogía protagonismo, Meiya Tirera. La jugadora, con hasta veinte puntos al descanso, no evitaba que las zamoranas se fueran a vestuario marchando cuatro arriba.
Las cosas no cambiaban en el tercer capítulo del partido. El Zamarat no conseguía escaparse en el electrónico, pero al menos mantenía la ventaja. Pierre-Louis sacaba en el poste bajo de quicio a las rivales, llegándolas a poner en bonus a los siete minutos. Sin embargo, las visitantes no bajaban el ritmo de anotación, algo que no ponía nervioso al Quesos el Pastor. La igualdad era tal que cuando lo Sylla conseguía un 2+1, la grada suspiraba.
El último cuarto se le hacía largo al espectador zamorano. Las naranjas casi se veían obligadas a terminar los 24 segundos de posesión para anotar, mientras que Valencia encestaba con más facilidad. Con esfuerzo conseguían mantenerse las de Fran García arriba. No obstante, a cuatro minutos del final las visitantes conseguían empatar, y los nervios se hacían notar en la pista. Poco después, las zamoranas veían como el rival se ponía por encima. Los fallos de cara al aro estaban pasándole factura a las zamoranas, mientras el banquillo visitante celebraba cada canasta que metían. A 47 segundos del final, con las locales 4 abajo, daba la impresión de que remontar iba a ser imposible y, cuando Stanacev fallaba una bomba, la pesadilla se hacía realidad.
Galería de imágenes ( Pablo Carretero)