La tranquilidad de la villa de Carbajales se ha roto esta madrugada cuando una vecina del pueblo que se encontraba paseando a los perros daba, en medio de la calle, con Camarero, el astado que se encontraba en paradero desconocido desde el espanto del día 10 de septiembre.
Cuando ya se daba por perdido, Camarero ha vuelto a Carbajales, el último sitio en el que se le había visto hace veinte días. Después de muchas búsquedas infructuosas, el astado decidió volver al pueblo y allí, en la oscuridad de la noche, paseó por las calles de la localidad hasta que una vecina que se encontraba paseando los perros se cruzó con el toro.
La vecina de Carbajales, mientras daba una vuelta con los perros, algo que hace de forma habitual, notó que estos se ponían a ladrar de forma nerviosa, lo que le alertó de que algo o alguien podía estar cerca. Su sorpresa fue mayúscula cuando vio que a lo que le ladraban los perros era un toro que se encontraba libre.
Rápidamente se corrió la voz de alarma y los vecinos salieron de sus casas en busca de un astado que volvía a escapar y adentrarse entre la maleza, haciendo imposibles los esfuerzos de los carbajalinos. Ya de día, de nuevo varias patrullas de vecinos se han acercado a las zonas donde vieron por última vez al toro, que esta vez ha dejado huellas que han permitido seguir durante algunos metros su rastro.
Durante toda la tarde se seguirán realizando labores de búsqueda hasta dar con el astado por parte de varios grupos de vecinos que peinarán la zona donde posiblemente se encuentre el toro que, después de los últimos acontecimientos, nunca se ha alejado en exceso de la población de Tierra de Alba pese a los rumores que le llegaron a colocar en diversos pueblos.