Los sayagueses han regresado, por tercer sábado consecutivo, a manifestar su hartazgo por la deficiente atención sanitaria en la zona, máxime en un momento en el que el número de cartillas sanitarias se dobla, incluso triplica como consecuencia del número de desplazados en este periodo vacacional.
Lo han hecho en su mayor concentración hasta el momento y manifestando su claro enfado con una situación que condena a la comarca y pone en serio compromiso la salud de sus habitantes y segundos residentes. Como muestra, y de nuevo secundados por el Movimiento de Defensa por la Sanidad Pública de Zamora, los sayagueses se han desplazado en su protesta hasta el corazón del municipio de Bermillo donde han procedido a cortar la intersección de la CL-525 con varios coches entre aplausos y caceroladas.
El llamamiento al apoyo a estas manifestaciones realizado la semana pasada parece haber surtido efecto en esta ocasión gracias a la ayuda de los propios vecinos y de aquellos que, año tras año, pasan varias de sus semanas de descanso en la zona. De hecho, desde Fermoselle se ha fletado un autobús con todos los vecinos que han querido acudir hasta Bermillo a sumarse a estas movilizaciones. Una situación que contrasta con una plantilla mermada, con sanitarios insuficientes para cubrir bajas y vacaciones acumuladas tras más de un año y medio de lucha contra la Covid.
Con tan sólo un equipos de guardia ubicado en el Centro de Salud de Sayago y sin un soporte de urgencias en Fermoselle. Las últimas manifestaciones han logrado que a las guardias se sume un profesional de la Enfermería, -con lo que quedarían cubiertas con un médico y dos enfermeros-. Una ampliación que, en todo caso, es claramente insuficiente y que mantiene "en pie de guerra" a los sayagueses, a los que se han unido a su causa los segundos residentes de la zona y allegados, conscientes de la delicada situación sanitaria que atraviesa la zona y que condena en muchos casos a una espera o traslados de cerca de 30 kilómetros hasta el centro de salud de Bermillo.
