“Lo que no se ve ni se oye, no existe” los vecinos de Tábara exigen visibilidad para la sanidad rural

ZBS Tábara
El delegado de la Junta en Zamora, Fernando Prada, reconoció la dificultad para cubrir la baja y admitió que las malas comunicaciones agravan el problema

Los vecinos de la Zona Básica de Salud de Tábara volvieron a salir a la calle el pasado sábado para exigir una sanidad pública rural digna, en una nueva movilización convocada por la Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública Rural de Tábara. La protesta volvió a visibilizar las carencias estructurales del sistema sanitario en el medio rural zamorano, donde la falta de personal médico sigue siendo una constante.

Los manifestantes insisten, una vez más, en que no se ha cubierto la plaza de médico de área, esencial para garantizar guardias, vacaciones y bajas del resto de facultativos en la zona. “Lo repetiremos hasta la saciedad”, declararon los organizadores, desmintiendo así las afirmaciones de que la plantilla está cubierta al 100%.

Además, la plataforma se hizo eco de la situación en Puebla de Sanabria, donde una médico ha presentado su renuncia al no poder acudir a su puesto de trabajo tras la reducción de frecuencias del AVE en la estación de Otero de Sanabria. La profesional, tras dos semanas pagando una pensión para poder asistir al centro de salud, decidió rescindir su contrato por la imposibilidad de compatibilizar vida personal y profesional.

El delegado de la Junta en Zamora, Fernando Prada, reconoció la dificultad para cubrir la baja y admitió que las malas comunicaciones agravan el problema. No obstante, afirmó que los médicos no buscan incentivos económicos, sino facilidad en los desplazamientos. Desde la plataforma, sin embargo, discrepan: “Le animamos a que al menos haga la prueba dándoles vivienda y un incentivo atractivo; quizás se lleve una sorpresa”.

Asimismo, la plataforma espera que se concrete una gran movilización en Valladolid en octubre, que aglutine a más zonas básicas de salud afectadas en toda Castilla y León. Consideran que las movilizaciones locales, como las de Sayago y Tábara, no son suficientes para resolver los problemas estructurales de la Comunidad.