Ni la falta de quintos detiene la tradición del mayo en Corrales del Vino
Ni la falta de quintos ni el paso del tiempo han podido con una de las tradiciones más queridas de Corrales del Vino: la puesta del mayo. Este año, aunque los jóvenes del 2007 decidieron no organizar la tradicional celebración, los vecinos del pueblo no se resignaron a dejar pasar la fecha sin honrar sus raíces.
Desde primeras horas del día, numerosos vecinos salieron a la calle con herramientas, sogas y muchas ganas de mantener viva la costumbre. Entre risas, colaboración intergeneracional y el entusiasmo que caracteriza a Corrales en estas fechas, el mayo volvió a alzarse con orgullo en la plaza, símbolo de unión, identidad y perseverancia.
La puesta del mayo, que cada 1 de mayo celebra el inicio del mes con la colocación de un gran árbol en el centro del pueblo, es una de las manifestaciones más emblemáticas del folclore rural zamorano. Aunque su origen se remonta a ritos ancestrales relacionados con la fertilidad y la primavera, hoy en día representa sobre todo el orgullo de pertenecer a una comunidad unida.
Con música, algo de merienda improvisada y muchas fotos para el recuerdo, Corrales del Vino volvió a demostrar que, aunque cambien los tiempos, hay tradiciones que siguen en pie gracias al corazón de su gente.