El primer zamorano de 2014, savia nueva para la Sierra de la Culebra

Leo, el primer zamorano del año 2014, junto a sus padres Alberto y Rosa María.

El primer zamorano nacido en 2014, un niño llamado Leo Santos García, representa la savia nueva para la reserva de la Sierra de la Culebra, ya que sus padres residen en Sesnández, un pequeño pueblo de la comarca de Tábara en el que el niño más pequeño hasta ahora tenía 13 años.

Leo Santos vino al mundo sobre las 12.15 horas de hoy después de resistirse a nacer en el año 2013, ya que su madre, Rosa María, salió de cuentas el pasado 19 de diciembre, pero hasta trece días después no ha dado a luz.

La madre ingresó en el hospital Virgen de la Concha a principios de semana por lo avanzado de la gestación y mientras daban las campanadas ella estaba pendiente de las contracciones hasta que finalmente, quince horas después de entrar en el paritorio, nació Leo, que pesó 3,6 kilos y midió 51 centímetros.

El padre del primer bebé zamorano de 2014, Alberto Santos, de 32 años, tampoco comió las uvas a media noche y lo hizo esta mañana cuando le entró el hambre.

Leo no sólo es el primer zamorano del año, también es el primer hijo de esta pareja. Alberto y Rosa María descienden de Madrid y de la provincia Toledo y, tras vivir en Barcelona, hace dos años se asentaron en Sesnández, donde tienen un pequeño negocio de alimentación.

Su intención inicial era la de adoptar un niño pero como los trámites se demoran bastante finalmente tuvieron un hijo propio después de trasladarse a la localidad de la Sierra de la Culebra para poder disfrutar de la maternidad, ya que el modo de vida y la falta de tiempo en una gran ciudad como Barcelona les impedía tener un hijo allí. En cambio Sesnández lo ven "un buen sitio para vivir" y crecer. El nacimiento también permite traer savia nueva al pueblo y a la comarca, donde los vecinos han acogido con ilusión el alumbramiento de la pareja.

Para sus padres, el hecho de que Leo sea el primer bebé zamorano del año no deja de ser más que una "anécdota graciosa", aunque para el pequeño, a juzgar por los trece días que retrasó su nacimiento, pareció ser más importante que para sus progenitores el estrenar el libro de partos de 2014 en el hospital Virgen de la Concha.

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