Castro de Alcañices cumple un mes sin médico

Consultorio médico de Castro de Alcañices
La baja de la facultativa asignada al municipio desde el 3 de septiembre ha dejado al pueblo sin consulta médica. Los vecinos, en su mayoría mayores, solo cuentan con la enfermera y deben desplazarse a Brandilanes o Fonfría si necesitan atención.

Indignación y sentimiento de abandono. Así viven los vecinos de Castro de Alcañices, en la comarca de Aliste, tras un mes sin médico en la localidad. Desde el pasado 3 de septiembre, la consulta permanece vacía debido a la baja de la facultativa asignada y la administración no ha nombrado sustituto. Una situación que golpea especialmente a la población más vulnerable: los mayores, muchos de ellos con movilidad reducida, que dependen ahora exclusivamente de la enfermera para cuidados básicos o de familiares que puedan trasladarlos a Brandilanes o Fonfría para recibir asistencia médica.

Los residentes lamentan que la situación se prolongue sin que se aporte una respuesta clara por parte de las autoridades sanitarias. “No es justo que tengamos que vivir sin médico durante tanto tiempo. Aquí la mayoría somos personas mayores, necesitamos atención continua y no siempre tenemos coche para ir a otros pueblos”, señalan algunos vecinos.

El caso de Castro de Alcañices no es aislado, sino un reflejo de las carencias que arrastra la sanidad en el medio rural de Zamora, donde cada baja médica o jubilación supone dejar a centenares de vecinos sin cobertura inmediata. La enfermera del municipio asume el peso de la asistencia, pero sus competencias no pueden suplir la atención médica que requieren los pacientes.

La distancia hasta los consultorios alternativos tampoco facilita la situación. Brandilanes o Fonfría son los puntos de referencia, pero para muchos mayores el desplazamiento resulta prácticamente imposible sin ayuda. “Nos dicen que vayamos a otro pueblo, pero ¿cómo lo hacemos si no conducimos y no hay transporte público?”, denuncian.
Los vecinos reclaman a la Junta de Castilla y León que actúe con urgencia, cubriendo la baja de la médica y garantizando la asistencia sanitaria en el municipio. “La salud no puede esperar. No pedimos un favor, pedimos un derecho”, insisten, recordando que la falta de profesionales en el medio rural agrava la despoblación y convierte a los pueblos en lugares cada vez más difíciles para vivir.