Este evento, que reúne a autoridades locales y a la comunidad, se ha convertido en una manifestación de orgullo, identidad y compromiso con el desarrollo y la preservación de la zona.
Desde tempranas horas, la Ermita de Gracia fue el escenario principal de un programa cargado de actividades, comenzando con la recepción de autoridades y del público asistente. La ceremonia incluyó la tradicional Santa Misa, acompañada por coros de la comarca, que resonaron en el recinto con una mezcla de fervor religioso y espíritu comunitario.