Con decenas de gigantes y cabezudos Zamora vivraba esta tarde de sábado con permiso del aguacero que esta mañana ha tenido a los protagonistas en dique seco ya que fue imposible su exposición. Pasadas las 18.00 horas las calles ya listas con filas a ambos lados de las aceras mostraban un estupendo ambiente. Llegados de toda España y Portugal el ecuentro era un éxito y las gaitas, las batucadas, las dulzainas y los tamboriles hacían el juego perfecto a los danzarines gigantes y cabezudos que animaban una tarde festiva en este final del verano. La bienvenida al otoño está servida al menos en Zamora con un gran gentío en las calles del centro de la Bien Cercada.