Los muertos se cuentan por cientos y la cifra ya ha superado el medio millar en la provincia según los datos oficiales, los otros se acercan ya al millar, los datos son escalofriantes, pero aunque el invierno recrudezca la situación y seguro que el millar de muertos tal y como llevamos esto de la pandemia, se superarán antes de que las vacunas surtan efecto, no hay manera, no hemos aprendido nada.
Las secuelas del COVID-19 se están llevando a muchos zamoranos también que no están siendo diagnosticados como fallecidos COVID-19 pero claro, solo se cuentan los muertos en la guerra, los enfermos que fallecen a "posteriori" no cuentan en las estadísticas como siguen sin contar los 63 sospechosos que murieron en las residencias en la primera ola.
Santa Clara y San Torcuato el sábado, con aforo y vista preocupante, la hostelería abierta, los centros comerciales, todos en la calle puesto que tampoco se hizo caso a la Consejera de Sanidad que todo de cara a Navidad está abierto, y la esperanza de la vacuna quizá haya dado alas a una alegría necesaria pero que hace que lo único que no se cierre sean las puertas de los tanatorios y de los coches fúnebres que siguen haciendo su paseo fatal a la morgue del Hospital Virgen de la Concha sin que parezca que nadie se muere y que aquí el 14% de la población ya lo ha pasado y el resto parece inmune. Pues bien la reinfección existe y eso de que no se muere en la primera pues bien vamos, pero que se muera en la segunda es más que preocupante. Cuatro indicadores en rojo aún con la incidencia que aunque parece que no cambia claro está que en nada cambiará en Zamora pero ahora es también, Palencia y Burgos que vuelve a las andadas si las dejó alguna vez las dos provincias que recrudecen sus contagios, estas dos provincias llevan siete indicadores en rojo.
La tasa o número reproductivo básico instantáneo es de 0,90 de media en CyL, en Zamora es de 0,75, pero en Palencia y en Segovia se van a 1,10 y a 1,20 respectivamente aún estando esta última en ALERTA 3.
El pasado mes fue de escalofrío y más de cien personas perdieron la vida por covid-19 en la provincia. Más de cien personas, o lo que es lo mismo varios pueblos que volvieron a desaparecer de esta Zamora más vacía y enferma que nunca. Los indicativos siguen en rojo, las barbas del vecino Portugal en remojo, las de toda Europa lo mismo pero los valientes morirán con el respirador puesto y las UCIS atascadas en una tercera ola que se adivinaba en el horizonte y de las que los expertos han avisado en el verano, pero nada, vuelta la burra al trigo. Seguimos sin aprender nada.
Entendido que nos podemos morir de hambre en la postguerra, pero tengan claro que la guerra no ha acabado, sigue activa, y lo peor de todo, es que no estamos teniendo claro que eso es lo que ocurre.
Hoy han sido 9 personas las fallecidas 4 en residencias y 5 en el Hospital, pero seguimos sin aprender nada.
Nos sigue asustando un muerto en una accidente de tráfico o en un incendio o en un suceso cualquiera pero 9 de una vez, no parece ya ser ni noticia al morir de coronavirus, total son mayores de 65 años, pues a veces si, y otras muchas no.
El caso es que avisar ya no es de traidores, da igual, seguimos sin aprender, salimos a pecho descubierto hay que abrir hay que ....la economía, pero si no hay personas para mantener esa economía de que sirven las luchas, esta debería ser la reflexión entendiendo que las ayudas del gobierno deberían estar ya en las casas de los más necesitados que tampoco ocurren.
El Gobierno dio pie a la co-gobernanza, a que cualquier comunidad cierre o abra en función de sus datos y sus comités de expertos, ¿ pero alguien les ha preguntado si esto parará alguna vez? y me refiero a la manipulación política de resultados y estadísticas...saben que hay cifras de la primera ola que no van ni por asomo a revertir lo que ocurrirá en esta tercera?... Hablen con los sanitarios esos que no han parado en todos estos nueve meses de ver pasar cadáveres en las 4 plantas covid del Hospital Virgen de la Concha, hablen con los servicios funerarios que ellos cuentan los muertos y saben de sus resultados este año, triste es que sea el mejor para ellos y no por las pésimas noticias sino porque cada vez mueren más pero tienen claro que cada vez hay menos.
Los que lo han hecho genial han sido los más pequeños, estos que se quedarán sin cabalgatas y muchos aceptarán hasta quedarse sin juguetes, y la culpa no es nada más y nada menos que de la necedad humana, esa que no sabe discernir y que ni aunque llegue una tercera ola va a poner freno por que eso de la economía es más importante incluso que la vida.