sábado. 20.04.2024

Isi Martín Barrios el "dandi" de la farmacia, cuelga la bata de boticario y la cambia por los paseos de jubilado naturista

Un andarín nato que en último trance de su camino hacia la jubilación, se cruzó con una lesión que apenas le dejaba andar y también la pandemia ayudó a ello, si bien el espíritu de superación le hizo salir airoso, eso en lo personal, y en lo profesional un verdadero y auténtico boticario de los que ya no hay.

Ni aparenta los años que tiene ni la experiencia en su profesión, hoy Isidoro Martín deja la bata blanca por las zapatillas de deporte, ese que jamás abandonó y compatibilizó siempre con largas caminatas en la naturaleza que es donde realmente se encuentra agusto.

Andarín de pro desde siempre, padre, hermano, hijo y abuelo, ha dado lo mejor de su sabiduría en el complicado mundo de las boticas. Mozo de farmacia, técnico de farmacia o auxiliar de la misma, llamémosle como queramos, siempre me fie más de él que del boticario todo sea dicho. Los que lo hemos conocido siempre detrás de un mostrador de farmacia, y sabemos de sus andanzas, solo tenemos que agradecimiento para todos esos años que han servido a muchos para comprar a escondidas la primera caja de preservativos, los primeros pañales para los hijos, las miles de aspirinas o paracetamoles, también las primeras pastillas para eso de levantar el ánimo y que son de color azul, además de todas las medicinas del mundo de las que conoce desde su posología hasta el último efecto secundario. 

Recuerdo sus primeros pinitos en la farmacia de la calle Argentina con Germán su eterno compañero. Después sus vicisitudes como padre, amigo, vecino y cuidador de los padres de cientos de zamoranos y vecinos sobre todo del Barrio de los Bloques. Un verdadero boticario, de los que saben que debes y como has de hacer para tomarte desde un anticarratal hasta el peor de los enemas o también como curar una almorrana rebelde o una depresión, que de estas sabemos todos y que con mucho paseo y hablar se puede ayudar mucho. Isidoro Martín hoy cumplía su fin de ciclo como boticario, nunca como amigo ni como crítico de todo lo que se hace mal tanto en la ciudad como en la provincia o en el mundo, porque ahí le sale la vena "rebélate" y claro está que sigue rebelde pero con causa, los demás.

Un verdadero echador de manos en miles de ocasiones, a miles de vecinos, entendedor de mayores y de jóvenes con más miedo que vergüenza después de haberla liado una noche loca o con las copas o con alguna chica que también con todo el miedo del mundo pedían remedio a algo que la cabeza no había dejado cerrar ya que las otras pasiones llegaron antes.

Isi es de los que ya no quedan, de los amables boticarios que han enseñado mucho y bien a decenas de aprendices tanto con esas fórmulas magistrales insertadas en los libros de farmacia y que tantos males han curado a miles de personas como en el manejo de los clientes, un zorro de cuidado tras la bata de auxiliar que cientos de veces hizo de consejero hasta matrimonial.

"Ayudador" nato con esa receta que no estaba bien o en aquella crema que no había forma de saber para que la habían recetado o esas pastillas que mejor ni se las tome, no sirven para nada. Sincero, amigo, buen conversador, mejor andador y naturalista hasta decir basta, conocedor de rutas de senderismo por toda la provincia y Castilla y León, comedor de cocido los jueves y en definitiva un verdadero vecino de barrio de los que se echan de menos en la farmacia, en aquella de la calle Argentina, en el 25 cuando empezó en mil novecientos setenta y muchos junto con aquel farmacéutico, don Amador de figura esbelta con cara de enterrador, con Germán su inseparable compañero y después en otras tantas farmacias del barrio que hoy dirán hasta luego a uno de los grandes y frescos del barrio, a un incombustible ISI, Isidoro Martín Barrios, el hombre de las cien mil pastillas el dandi del mostrador de la farmacia de la vida misma.

Por cierto un tanto rojo, pero a mucha honra y también republicano que hoy día casi mejor serlo de convencimiento que esconderlo. Salud toda compañero y amigo y República si vuelve bienvenida sea, de todo hay que probar en esta vida.

Isi Martín Barrios el "dandi" de la farmacia, cuelga la bata de boticario y la cambia...
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