Los rojiblancos tuvieron el balón y las ocasiones, pero acabaron pidiendo la hora ante un Arenteiro que rozó la victoria en el descuento

El Zamora CF sumó un punto en su visita al CD Arenteiro en un encuentro vibrante, cargado de polémica y con hasta cinco intervenciones del VAR que alargaron el choque casi hasta los 100 minutos. Los de Juan Sabas fueron dueños del balón y generaron más ocasiones, pero volvieron a chocar con la falta de pegada en los últimos metros y acabaron viendo cómo los gallegos apretaban hasta el final, incluso con un gol anulado en el descuento.

El resultado: 0-0 con sabor agridulce, la expulsión de Clavería en el banquillo y la sensación de que el equipo rojiblanco mereció más, pero también pudo perderlo todo.

Un arranque de vértigo

El partido empezó con vértigo. En apenas cuatro minutos ya se habían visto tres ocasiones claras: Loren y Codina fabricaban la primera para el Zamora, Rufo rozaba el gol, y acto seguido el Arenteiro replicaba con un centro envenenado que la zaga rojiblanca sacó como pudo en medio de protestas locales por posible penalti.

El duelo era un ida y vuelta constante. Carbonell y Sergi López lo intentaban por parte zamorana, mientras que Diego y Ferreiro ponían en aprietos a Fermín, que tuvo que lucirse en varias intervenciones para evitar el gol gallego.

Dominio zamorano sin premio

Superado el primer cuarto de hora, el Zamora comenzó a imponer su ley. Con Eslava ganando balones y Athuman llegando con peligro en segunda línea, los de Sabas parecían más asentados y con más control. Sin embargo, la falta de contundencia en los últimos metros volvió a pasar factura: las llegadas no se traducían en gol y el Arenteiro seguía vivo.

La primera parte se cerró con una jugada polémica: los locales pidieron mano de Codina dentro del área y el VAR revisó la acción, aunque finalmente no concedió nada. El descanso llegó con el marcador inmóvil, pero con la tensión por las nubes.

Un VAR protagonista y la polémica del día

En la segunda mitad, el Arenteiro salió más agresivo, pero el Zamora respondió con velocidad. En el minuto 58 llegó la jugada clave: Carbonell se plantaba solo ante el portero tras una carga por la espalda de Luca Lohr. El árbitro señaló la roja directa, pero el VAR corrigió la decisión y dejó la acción sin sanción. La indignación rojiblanca fue evidente y el partido se rompió a partir de ahí.

Espoleados por la polémica, los zamoranos se volcaron y rozaron el gol en varias ocasiones. Kike Márquez, recién entrado al campo, estrelló un balón en el palo en el minuto 72 y poco después Eslava no consiguió rematar por centímetros.

Final con suspense

Cuando parecía que el Zamora podía dar el zarpazo, el Arenteiro reaccionó. Los gallegos se fueron arriba en los últimos minutos y metieron al equipo rojiblanco en su área. Fermín y la defensa tuvieron que multiplicarse, y en el descuento el estadio estalló cuando Ochoa mandó el balón a la red… pero el colegiado, tras revisión, lo anuló por fuera de juego.

Para colmo, Clavería vio la roja desde el banquillo en plena prolongación, lo que le impedirá estar en el próximo compromiso liguero.

Empate con lecturas encontradas

El 0-0 final deja al Zamora con la sensación de haber dejado escapar dos puntos tras dominar buena parte del encuentro, pero también con alivio tras ver cómo el Arenteiro estuvo a un suspiro de llevarse la victoria.

El equipo de Juan Sabas sigue mostrando personalidad, control y ocasiones, pero necesita transformar esa superioridad en goles. El próximo partido, además, no contará con Clavería, lo que obligará al técnico a ajustar piezas en el centro del campo.