El Zamora vuelve a la realidad en Santiago (4-1)
El equipo rojiblanco bajó de la nube de victorias contundentes y cayó en Santiago en un encuentro en el que fue capital el 2-0 de los gallegos, precedido de una clara falta a Dani Mateos y tras el que los hombres de Aguirre no supieron remontar.
El Zamora CF rompió su gran racha de victorias con una derrota frente a la SD Compostela en un encuentro en el que el equipo rojiblanco volvió a mostrar algunos síntomas preocupantes, especialmente en la segunda mitad en la que el equipo rojiblanco no pareció intimidar, en ningún momento, la victoria local.
Los rojiblancos entraron tarde en el partido y lo aprovechó el cuadro santiagués para mandar en los primeros minutos. Dos acercamientos claros a la portería de Ander Cantero eran el primer presagio de que iba a ser un partido complicado para los intereses zamoranos antes de que una falta en la misma frontal del área acabara con una rosca imposible por fuera de la barrera y mientras el balón lamia la cepa derecha del poste de Ander Cantero, la estirada del cancerbero sólo servía para adornar la foto del mejor gol de la tarde.
Se ponían por delante los gallegos y eso servía para que despertara el cuadro rojiblanco y comenzara a mandar en el partido. No fue una primera mitad de grandes ocasiones, aunque todas las que llegaron hasta el 2-0 fueron de los zamoranos. La más clara estuvo en las botas de Manu Gavilán en un centro de Coque al primer palo en el que el andaluz no encontró porteria. Volvería a tener otra Gavilán, pero cuando iba a dar el pase de la muerte, el cancerbero adivinaba su intención y detenía el centro.
El Zamora crecía en el partido y los gallegos se limitaban a cerrar líneas y buscar un contraataque hasta que un error del colegiado, que no vio una falta clara sobre Dani Mateos, dejó en inferioridad a los zamoranos y Jordan aprovechaba el regalo para irse de Carrillo y disparar a portería. Pudo hacer más Cantero, al que se le coló el esférico entre las piernas para deleite de la afición local.
Fue el punto de inflexión del encuentro, a escasos minutos para el descanso, porque ya el Zamora no volvió a tener el mismo mando sobre el partido y no encontró la fórmula para reducir diferencias. Se notó especialmente en la segunda mitad en la que los rojiblancos dejarían de encontrar a Manu Gavilán y perderían el control del centro del campo, lo que llevaría a minutos de escaso juego por ambas partes. Tampoco reaccionó Aguirre, que mantenía a los mismos jugadores sobre el verde, pese a que los minutos de los zamoranos no eran buenos y no parecía estar cerca el gol que acercara a los rojiblancos.
De nuevo en una contra, con fallos en el repliegue de los rojiblancos, puso el 3-0 en el electrónico. Una jugada por banda que no pudieron frenar ni Arkaitz ni Mateos la logró parar Carrillo, pero nadie acabó cogiendo su sitio por lo que el pase al corazón del área permitió un dos contra uno con Kurbus que el esloveno no pudo resolver.
Aarón, Fran Ochoa y Salva Rivas fueron los hombres de refuerzo en el cuadro de Aguire y precisamente un centro de Ochoa lo acabó rematando Carlos de la nava para dar esperanza a los rojiblancos. Restaban ocho minutos y los rojiblancos tocaron a arrebato y presionaron con líneas muy altas. Podía llegar el 3-2 o lo que acabó llegando, el 4-1 al pillar a la defensa descosida por la presión alta. Borja Navarro fusilaba en el corazón del área un pase de la muerte de Manu Moreira y fniquitaba el partido.
Hubo tiempo para que Manu Gavilán tuviera dos ocasiones, la segunda frente al portero, pero no aparecieron los goles del andaluz en este compromiso en el que los rojiblancos volvieron a la realidad de la dureza de la categoría.