El Zamora afronta el partido más esperado de la temporada regular

Un derbi de toda la vida. Zamora y Palencia se han visto las caras desde que nacieran ambos conjuntos. Desde principios de los 70 han sido enemigos íntimos, equipos condenados a entenderse aunque los morados lo hayan hecho bajo distintas denominaciones.

Una vez más llega un partido importante para las dos escuadras que, este año, vuelven a verse, aunque sea en Tercera. Una vez más llega un partido en el que ambos conjuntos tienen el mismo objetivo, el de lograr el ascenso y el primer puesto en la clasificación.

La Balastera, ese estadio que tantas veces se le ha atragantado a los zamoranos pero en el que los goles de Pablo Carbajal o de Gallardo valieron más que los muchos sinsabores sufridos allí, será de nuevo el terreno que querrán conquistar los de Balta que, ya en su anterior etapa, conoció como son los Palencia Zamora.

Los rojiblancos llegan de nuevo con la moral por las nubes tras dos nuevas victorias y con la única pega de la falta de gol tanto ante el Santa Marta como el pasado domingo en el Ruta de la Plata. Sin embargo, el buen número de ocasiones creado tranquiliza a los rojiblancos que saben que los goles acabarán llegando.

El partido, una final para los palentinos, podría ser, si ganan los zamoranos, el encuentro definitivo para que los de Balta acaben como primeros de grupo.