Zurdos: los renglones derechos de Dios
Hasta hace apenas unos años ser zurdo se consideraba histórica y culturalmente un estigma.
Hoy se celebra el Día Internacional del Zurdo. Aunque la sociedad ya asume que la zurdera es la tendencia natural a utilizar la parte izquierda del cuerpo, no quedan tan lejanos los mitos, estigmas y falsos prejuicios sobre los zurdos, que hasta hace pocos años eran obligados a escribir y hacer las cosas cotidianas con la mano diestra a golpes de regla, en contra de su naturaleza. Para algunos, eran los renglones torcidos, los castigados por Dios.
Aunque estos prejuicios parecen de la época medieval, no quedan tan lejos los días de la discriminación en función de la zurdera. Así, en España hasta los años 60 no estaba permitido hacer el exámen de Bachillerato a personas que no escribiesen con la mano derecha. Aún así, superadas estas barreras sociales, son una población que vive en un mundo diseñado para diestros.
Como anécdota y como comentaba una usuaria zurda, basta con observar que en las redes sociales -concretamente en Facebook- no existe el icono "me gusta" representado con la mano izquierda con el pulgar hacia arriba.
Una guitarra con las cuerdas y el mástil invertido, el bolígrafo en el lado contrario del pupitre o instrumentos adaptados específicamente al manejo con la mano izquierda indican que convivimos con un zurdo en un mundo diseñado para diestros. Para ellos el mundo, simplemente, está al revés.
Aproximadamente entre un 8 y un 13% de la población mundial es zurda, si bien y por causas desconocidas el fenómeno es más común en los varones (13%) que en las mujeres (9%). Además, el porcentaje de niños zurdos procedentes de nacimientos múltiples es mucho mayor.
Estudios científicos demuestran además que los zurdos en general son más inteligentes que los diestros y en ciertas profesiones (ingenieros, pintores o pianistas, por ejemplo, que llegan a perder su zurdera por el manejo de la mano izquierda con la misma destreza que la derecha en el teclado) puede ser incluso una ventaja. También en los deportes el ser zurdo puede ser ventajoso, como ocurre en el béisbol y en el boxeo. En el toreo, por poner otro ejemplo, un torero zurdo siempre tendrá ventaja toreando al natural.
El estigma
Culturalmente e históricamente, ser zurdo fue considerado en numerosas civilizaciones un estigma a través de los siglos. No en vano ese lado maldito de la izquierda está aún presente en nuestra cultura: así, aún decimos "levantarse con el pie izquierdo", si se ha tenido un mal día; o la simple referencia a que en el Reino de los Cielos los justos están sentados a la derecha del Padre, y no a la izquierda; o un apretón de manos que se considera falso si es dado con la mano izquierda; o la acepción de la misma palabra "siniestro", de significado y connotaciones negativas. Pero estos prejuicios no han sido privativos en los zurdos.
Hasta tiempos relativamente recientes, otro tipo de rasgos diferenciales como ser manco, mudo, bizco, albino, mestizo, tuerto, cojo, tartamudo o deforme se consideraba como indicativo de castigo de Dios, depravación psíquica o degeneración en lugar de aceptarlo como algo de la propia naturaleza del individuo, igual en dignidad al resto de la sociedad.
Afortunadamente el mundo avanza y ese estigma secular ha desaparecido, aunque la población zurda continúa inmersa en lo cotidiano en un mundo diseñado para la gente de manejo diestro.
El corazón late a la izquierda y en él, en nuestro lado zurdo, residen nuestros latidos y nuestros sueños. Ellos, los zurdos, son los renglones derechos de Dios. Feliz día.