Zamoranos orgullosos en Madrid por la libertad: 25 años avanzando en derechos, ni un paso atrás

Zamora en la cabalgata del Orgullo
Mientras los grandes partidos se enredan en sus congresos, discursos vacíos y luchas internas por sillones y titulares, miles de personas alzaban la voz este fin de semana en Madrid por algo mucho más importante: la libertad, la igualdad y la dignidad.

Entre ellos, como no podía ser de otra forma, también estaban los zamoranos, porque Zamora también es diversidad, respeto y futuro.

Más de un millón y medio de personas, entre ellas cientos de zamoranos, participaron en la gran fiesta del Orgullo, una cabalgata que no es solo celebración, sino también reivindicación. Y es que en estos tiempos convulsos, donde la intransigencia asoma de nuevo disfrazada de política seria, no se puede bajar la guardia. Han sido 25 años de avances, de conquistas sociales y de derechos conseguidos a pulso por colectivos LGTBIQ+ que no piden privilegios, sino respeto y normalidad.

España fue pionera, la tercera nación del mundo en legalizar el matrimonio igualitario. Pero hoy, más que nunca, ese progreso se ve amenazado por discursos rancios, por quienes aún no han entendido que amar no es delito y que la libertad no se negocia. Muchos de esos que claman por la "España una, grande y libre" deberían recordar que libre también significa amar sin miedo y vivir sin tener que esconderse.

Zamora también estuvo presente en las más de 50 carrozas del desfile, con jóvenes y mayores, activistas, familias y amigos. Personas que no temen al qué dirán, que han dejado atrás prejuicios y que saben que la diversidad no divide, sino que enriquece. Frente al ruido político, ellos alzaron su voz con orgullo, color y alegría.

Porque ser zamorano también es defender derechos humanos, también es salir a la calle cuando hay que gritar que ni un paso atrás, también es apoyar al vecino, al hijo, al amigo o al compañero que un día decidió vivir su verdad. La lucha continúa, también desde nuestra tierra ya no solo por el tren, Monte la Reina, o por la N-122. Porque la libertad no entiende de colores políticos, pero sí exige valentía.

orgullo3