Zamora vista desde la ventanilla de un tren de los años ochenta

Viaje en tren histórico. Asociación Ferroviaria Zamorana

Desde Chamartín hasta Zamora, el tren histórico transportó a los viajeros en un viaje en el tiempo. A bordo de vagones, los pasajeros se embarcaron en una experiencia inolvidable que pronto se convertiría en un tesoro en sus recuerdos

Para aquellos que deseaban prolongar esta experiencia única, se ofreció la oportunidad de adquirir billetes para el viaje de tarde a Carbajales, una opción que no podían dejar pasar los verdaderos entusiastas del ferrocarril

En un día que parecía extraído de las páginas de un libro de historia, el tren histórico 'Ribera del Duero' hizo su esperada llegada a la estación de trenes de Zamora. Para muchos, este viaje representaba un sueño hecho realidad, una oportunidad única para sumergirse en la nostalgia y la tradición ferroviaria que caracterizó a esta emblemática ruta.

Desde Chamartín hasta Zamora, el tren histórico transportó a los viajeros en un viaje en el tiempo. A bordo de vagones, los pasajeros se embarcaron en una experiencia inolvidable que pronto se convertiría en un tesoro en sus recuerdos. La jornada comenzó con la llegada del tren a la Bien Cercada, justo al mediodía. Allí, la Asociación Ferroviaria Zamorana recibió a los viajeros con los brazos abiertos, ofreciendo una cálida bienvenida que prometía un día lleno de emociones.

Los visitantes fueron invitados a explorar la estación, un edificio icónico que ha sido testigo de innumerables historias a lo largo de los años. Frente a ella, la majestuosa locomotora de vapor preservada se alzaba como un símbolo de tiempos pasados, recordando la grandeza de la era dorada del ferrocarril. 

Para aquellos que deseaban prolongar esta experiencia única, se ofreció la oportunidad de adquirir billetes para el viaje de tarde a Carbajales, una opción que no podían dejar pasar los verdaderos entusiastas del ferrocarril. A las 16:20 horas, el tren especial partió de Zamora, atravesando lentamente el viaducto Martín Gil y permitiendo a los pasajeros disfrutar de vistas espectaculares del paisaje circundante.

Durante el recorrido, los miembros de la Asociación Ferroviaria Zamorana compartieron datos interesantes y anécdotas fascinantes sobre la historia de la línea ferroviaria. Los viajeros se encontraron inmersos en un viaje en el tiempo, donde el pasado cobraba vida a través de relatos evocadores.

Tras una breve parada en la estación de Carbajales de Alba, el tren emprendió el retorno a Zamora, pero el viaje no terminó allí. En los corazones de los pasajeros, perdurará el recuerdo de una jornada memorable llena de nostalgia, aprendizaje y la conexión entre el pasado y el presente ferroviario de la región.