Zamora propone unir la Agenda 2030 y el Premio Concordia en un mismo proyecto piloto
La iniciativa, según estas mismas fuentes, partiría de una idea sencilla: si Zamora puede ser ejemplo en sostenibilidad, repoblación y gestión directa de fondos europeos, y si además es capaz de demostrar que derecha e izquierda pueden colaborar sin tirarse los trastos, ¿por qué no convertir la provincia en territorio experimental de buena gestión y sentido común?
El proyecto contemplaría reuniones conjuntas entre la Diputación de Zamora y el Ayuntamiento de Zamora, sin cámaras, sin titulares y —detalle clave— sin ruedas de prensa. Solo gestión, datos y decisiones prácticas, con auditorías externas y resultados medibles.
Desde Bruselas, siempre según estas fuentes, verían con buenos ojos que Zamora demostrase que la Agenda 2030 también puede aplicarse con consenso político, algo considerado “casi tan innovador como la repoblación del medio rural”.
El plan incluiría, además, formación obligatoria para cargos públicos basada en dos conceptos clave:
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Menos ideología en los papeles.
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Más resultados sobre el terreno.
Eso sí, los promotores del guiño reconocen que el proyecto tiene un pequeño inconveniente:
requiere voluntad política, renuncia al protagonismo personal y asumir que gestionar bien también da votos.
Desde la Diputación de Zamora, su presidente, Javier Faúndez, habría acogido el reconocimiento y la propuesta con “naturalidad institucional”, asegurando que “cuando se trabaja con seriedad, las diferencias ideológicas pasan a un segundo plano”. Según esta versión, Faúndez habría añadido que “si colaborar sirve para que Zamora avance, no veo el problema en hacerlo”, dejando claro que la prioridad debe ser siempre la provincia.
Por su parte, el alcalde de Zamora, Paco Guarido, habría señalado que “no hace falta estar de acuerdo en todo para ponerse de acuerdo en lo importante”, subrayando que la cooperación institucional “no es una cesión ideológica, sino una obligación con los ciudadanos”. Guarido habría reconocido además que “si esto sorprende, quizá el problema no sea la colaboración, sino lo poco habitual que resulta”.
Ambos dirigentes, siempre según estas reacciones ficticias, coincidirían en que la buena gestión no entiende de siglas, y en que Zamora necesita menos confrontación y más acuerdos prácticos que se traduzcan en servicios, inversiones y oportunidades reales para la ciudad y la provincia.
Eso sí, ninguno de los dos habría confirmado oficialmente ni el premio ni el proyecto piloto europeo.
Porque, como ya sospecha el lector…
Hoy es 28 de diciembre.
Y en Zamora, incluso cuando algo suena razonable,
conviene comprobar si es noticia…
o una inocentada muy bien gestionada.
Y ahí es donde, una vez más, el lector debe mirar el calendario.
Porque hoy es 28 de diciembre.
Y aunque Zamora lo tiene todo para ser ejemplo,
todavía seguimos llamando inocentada
a lo que debería ser normal.