Zamora homenajea a sus policías víctimas del terrorismo
La Policía Nacional ha celebrado este miércoles en Zamora su acto anual en memoria de las víctimas del terrorismo dentro del cuerpo, una cita que, por segundo año consecutivo, ha servido para honrar el recuerdo de los agentes que perdieron la vida en el cumplimiento de su deber. El acto, sencillo pero cargado de simbolismo, se ha desarrollado en las dependencias policiales y ha contado con la participación de autoridades civiles y mandos policiales.
Durante la ceremonia se recordó especialmente a los tres zamoranos asesinados por ETA: Juan Seronero, natural de la capital; Aniano Sutil, de La Iniesta; y Ricardo González, de Cerezal de Sanabria. Su sacrificio ha vuelto a ser puesto en valor como ejemplo de entrega al servicio público y de defensa de la libertad en uno de los períodos más oscuros de la historia reciente de España.
El subdelegado del Gobierno en Zamora, Ángel Blanco, recalcó la importancia de mantener viva la memoria de los caídos. “Es un acto de memoria, de respeto y de solidaridad con las víctimas y sus familias. Ellos dieron su vida simplemente por defender la nuestra”, destacó durante su intervención. Blanco recordó que entre 1968 y 2015, un total de 188 policías nacionales fueron asesinados por el terrorismo, una cifra a la que se suman decenas de heridos y familias rotas.
El comisario jefe de la Policía Nacional en Zamora, Guillermo Vara, explicó que este homenaje se celebra en fechas próximas al 16 de junio, jornada en la que ETA asesinó a la inspectora jefa María José García Sánchez, la primera mujer Policía Nacional asesinada por el terrorismo. Vara recordó que este acto, instaurado en 2023 con motivo del bicentenario de la Policía Nacional, será a partir de ahora una cita anual para no olvidar a quienes dieron su vida por proteger a los demás.
Más allá del recuerdo, el acto también sirvió para reflexionar sobre los desafíos actuales en materia de seguridad. El comisario señaló que aunque el terrorismo de ETA ha desaparecido, persiste una amenaza global, especialmente la de carácter yihadista, lo que mantiene el nivel 4 de alerta antiterrorista en España. En este contexto, puso en valor la labor diaria de la Policía Nacional, tanto en la provincia como a nivel nacional, para prevenir ataques y garantizar la seguridad en actos multitudinarios o contextos sensibles.
Zamora, pese a su aparente tranquilidad, no ha sido ajena al drama del terrorismo, y por ello, cada gesto de recuerdo adquiere una dimensión especial. Como subrayó Blanco, la Policía Nacional continúa siendo “una de las murallas más importantes para hacer frente al terror”, tanto en el pasado como ante los retos del presente.