Zamora avanza en la restauración postincendios con obras en pistas, agua y protección del ganado
La planificación de la restauración forestal puesta en marcha por la Junta de Castilla y León tiene como objetivo conseguir bosques más resilientes a los riesgos climáticos y a los posibles grandes incendios forestales del futuro
El objetivo de las obras de emergencia es evitar la pérdida de suelo tras los incendios, reducir la escorrentía que pueden provocar las lluvias y crear pequeñas resistencias que fijen las semillas del propio monte. Las herramientas utilizadas son fajinas, albarradas, acolchado del suelo mediante astillado o dispersión de paja, mejora de pistas forestales, recuperación de puntos de agua o de cerramientos para el ganado y la protección, recuperación o mejora de las captaciones de agua para consumo humano y actuaciones de mitigación para plagas y enfermedades forestales.
La restauración forestal tras un gran incendio requiere de una primera actuación de emergencia que reduzca, en la medida de lo posible, los efectos negativos de la pérdida de la vegetación que protege el suelo, como pueden ser la erosión por fuertes lluvias. Mientras se desarrollan estas actuaciones para reducir la pérdida de suelo, se realiza la planificación a más largo plazo de la restauración, cuyo objetivo puede ser, de forma genérica, devolver al monte a su óptimo ecológico.
Hasta el momento se han desarrollado actuaciones de emergencia como “mulching” o acolchado con restos vegetales mediante trituración de material vegetal quemado y extensión de paja en distintas captaciones de agua para consumo humano y para proteger el suelo en los incendios como los de Yeres, Llamas de Cabrera, Cuevas del Valle o Porto, llevándose a cabo con la priorización y secuencia de trabajos que se marquen las indicaciones técnicas.
Así mismo, y coordinado con todas estas actuaciones, se han planificado los aprovechamientos maderables para la extracción de madera de conífera quemada y mitigar los problemas derivados de posibles plagas y enfermedades.
Complementariamente, se ha previsto la recogida de semillas forestales para poder restaurar las zonas afectadas y tener un stock adecuado en el Banco de Germoplasma.
Las actuaciones planificas en esta primera fase ascienden a una inversión de 13,3 millones de euros.
Una planificación para el futuro
La planificación de la restauración forestal a más largo plazo incluye distintas actuaciones en el monte con el objetivo de que alcance su estado ecológico óptimo, pero busca también crear bosques más resilientes frente al cambio climático y a los grandes incendios forestales. La restauración forestal implica, por tanto, diseñar los bosques del futuro.
La planificación estratégica de la prevención de incendios forestales, tanto de las zonas afectadas como para el resto del territorio, tiene que estar adaptada a las condiciones particulares de cada área y a las condiciones climáticas actuales y futuras. Dentro de esta planificación estratégica se llevarán a cabo actuaciones de:
Corrección hidrológica forestal, que incluye la creación de estructuras sobre los cauces de los arroyos de montaña o las repoblaciones en laderas por su capacidad para fijar y crear suelo, además de evitar nuevos procesos erosivos.
Recuperación o creación de una red de pistas forestales que permitan el desarrollo de actividades económicas en el monte generadoras de empleo, pero también el acceso con seguridad y rápidamente a los equipos de extinción en caso de incendio.
Creación de nuevos puntos de agua que faciliten la defensa del monte.
Tratamientos selvícolas para la creación de zonas estratégicas de gestión que faciliten la defensa del monte en caso de incendios en el futuro, reducir el riesgo de plagas y enfermedades forestales, como medida preventiva frente a grandes incendios y herramienta de adaptación al cambio climático.
Restauración de la masa forestal en adecuadas densidades y composiciones de especies autóctonas que permitan una resiliencia de medio y largo plazo.
En estos momentos se están elaborando los planes de restauración que deberán ejecutarse a lo largo de los próximos años y que se irán publicando en la página web.
Actuaciones de mejora del abastecimiento de agua en municipios afectados
La Junta de Castilla y León, a través de SOMACYL continúa avanzando en las actuaciones destinadas a restablecer y mejorar el abastecimiento de agua en los municipios más afectados por los incendios del pasado verano. Las intervenciones, que se desarrollan en distintas localidades de las provincias de Ávila, León y Zamora, contemplan tanto la reparación de infraestructuras dañadas como la construcción de nuevas captaciones y redes de suministro, protección de las que lo precisen y otras actuaciones con una inversión global estimada de tres millones de euros. En concreto:
En la provincia de Zamora:
En Riofrío de Aliste, se ejecutan captaciones y se repondrá un pozo afectado, con una inversión de 75.498 euros.
En Valer (Gallegos del Río) se trabaja en la sustitución de tuberías e instalaciones solares, con un presupuesto de 62.709 euros.
En Uña de Quintana se está renovando la instalación eléctrica y placas solares por 7.985 euros.
En Villanueva de la Sierra (Pías) se trabaja en un nuevo sondeo y se protegerán las captaciones por 59.163 euros.
En el municipio de Galende, se están siendo objeto de obras de mejora en Vigo de Sanabria en caminos y tomas de agua (40.259 euros).
En el mimo municipio, en San Martín de Castañeda, accesos y nuevas captaciones (52.251 euros)
También en Ribadelago, una nueva captación en el río Segundera junto con mejoras en drenajes y filtros, por 268.920 euros.
También se interviene en Galende con la construcción de un nuevo pozo (10.309 euros).
Y en El Puente, un nuevo sondeo (14.000 euros).
Por último, en Porto, Abejera (Riofrío de Aliste) y San Ciprián (San Justo) se trabaja en obras de protección, drenaje y construcción de nuevas captaciones, con inversiones que varían entre 12.000 y 63.000 euros.
Estas actuaciones financiadas por la Junta de Castilla y León tienen como objetivo garantizar el suministro de agua potable en condiciones seguras y mejorar la resiliencia de las infraestructuras frente a futuros incendios y fenómenos meteorológicos adversos.