Zamora arropa el sueño de la Virgen Dormida

Miles de zamoranos abarrotan desde primera hora el convento del Corpus Christi para rezar ante la Virgen del Tránsito, una de las principales advocaciones de la diócesis.

Miles de zamoranos arropan el sueño de la Virgen Dormida, de la Virgen del Tránsito, una de las principales advocaciones de la diócesis que recibe culto en el convento del Corpus Christi, en su fiesta grande de la Asunción.

A las nueve de la mañana comenzaban los cultos que se suceden de forma ininterrumpida en el templo, abarrotado durante toda la mañana y con centenares de personas formando largas filas para contemplar a la Virgen Dormida en su camarín, que solo abandona en ocasiones excepcionales como epidemias, sequías o conmemoraciones especiales de la Iglesia y de la Diócesis.

A las doce de este mediodía se iniciaba la misa solemne, concelebrada por varios sacerdotes y con la intervención del Coro de San Juan, hoy reforzado con la soprano zamorana Conchi Moyano, quien ha prestado su hermosa voz para emocionar con su cántico a los pies de la Virgen a todos los presentes.

Tras las rejas de la clausura, la comunidad de Clarisas Descalzas del Corpus Christi recibía el cariño y las felicitaciones de los zamoranos con su superiora, la Madre Sor María Mercedes, junto a la verja, en un templo que luce majestuoso con el tradicional dosel azul celeste tachonado de estrellas de oro enmarcando el altar mayor y con profusión de flores.

Es un día de trasiego y alegría en el convento, en cuyas dos puertas se arremolinan centenares de personas para contemplar de cerca y arropar el sueño de nuestra Virgen Dormida, la de los anillos en sus manos, la de la leyenda, la de las sandalias de plata que mañana serán besadas, cumpliendo una tradición secular que se repite cada 15 de agosto.

GALERÍA. (Fotos: Ana Pedrero)