Vísperas de Santa Águeda

Las Águedas de San Lázaro colocaban hoy las flores de su santita

Las cofradías históricas de San Lázaro y de San Frontis celebran mañana su día grande

Primero, bajar los enseres y las andas de la cofradía a la iglesia de San Lázaro. Después, ponerle la corona y colocar las flores de la santa. Y armar el pendón, y poner los lazos a la palma y a las varas de las mayordomas. Todo está ya a punto para que las Águedas de San Lázaro, una de las dos cofradías históricas de la ciudad junto con San Frontis, celebren mañana su día grande, con la misa de la mañana y la tradicional procesión por la tarde.

Zamora mantiene dos cofradías de Santa Águeda históricas como son las de San Frontis y las de San Lázaro, además de la reciente de San Lorenzo. Mientras las sanfrontinas celebran hoy sus vísperas, mañana saldrán ya vestidas con los trajes tradicionales en su procesión por las calles del barrio. Después, el jueves, atravesarán el puente y recorrerán las calles de Zamora cumpliendo un año más la tradición y "echando" un baile con sus "hermanas" de San Lázaro, emplazándolas a un nuevo encuentro en un año.

Por su parte, las Águedas de San Lázaro han vivido hoy su día de vísperas con el rito de "vestir a la santa", si bien la imagen que sale en procesión no es vestidera. Custodiada todo el año en un cajón de madera en un domicilio particular -la iglesia de San Lázaro tiene al culto en el altar mayor otra imagen de Santa Águeda del siglo XVII-, cada 4 de febrero la santita, que porta en una bandeja sus pechos, recordando los suplicios que pasó en el martirio- es ubicada sobre sus andas en la parte izquierda del altar mayor del templo lazarino, donde mañana tiene lugar a las 12 la misa de la cofradía.

Allí, después de ser fijada en su peana, se le colocan la corona y la palma, atributo del martirio, y después las hermanas adornan las andas con flores: rosas y claveles rojos y blancos (símbolos del martirio y de la pureza) y nardos. Mientras, se arma el pendón de la Cofradía y se colocan los lazos en la palma y en las varas de las mayordomas, así como en el bastón de la jueza.

Cinco son los cargos que se renuevan cada año: dos mayordomas (por orden de lista); y la jueza, la palma y el pendón, que se pasan de unas a otras de forma voluntaria, obligando así a las entrantes a recibir en sus casas al resto de las hermanas el día de Santa Águeda del siguiente año.

A los pies de la santa se coloca una bandejita con bollos blancos, que aluden a los dulces que reparten las Águedas de San Lázaro junto con un chupito de mistela a cambio de la "miaja" o donativo voluntario de los zamoranos, que un año más será solidaria con la parroquia de San Lázaro y destinada en parte a atender las necesidades de las familias del barrio.

También las Águedas de San Frontis han celebrado sus vísperas en el templo sanfrontino y han puesto a punto a su santita, una preciosa imagen que mañana sacarán a las calles ricamente ataviada.

Y así amanecerá mañana 5 de febrero. Con o sin ciclogénesis, llueva o truene, las Águedas sanfrontinas y lazarinas, las auténticas Águedas de Zamora, celebrarán su día grande y cumplirán una tradición de siglos, si bien a estas dos cofradías hay que añadir la recién creada en la iglesia de San Lorenzo, también erigida canónicamente.

Procesiones

Así, a las 11 de la mañana las Águedas de San Frontis celebran su misa de hermandad. Ya por la tarde, a las 16.30 horas tendrá lugar el rezo del Rosario y a las 17 horas saldrá la procesión, con las hermanas ataviadas ya con su indumentaria tradicional.

Por su parte, la cofradía de San Lázaro celebra su misa a las 12 horas en el templo lazarino, mientras que la procesión discurrirá a las 16.30 horas por las calles próximas al templo lazarino.

Ya el jueves, las Águedas de San Frontis cruzarán el puente y recorrerán las calles céntricas de la ciudad, mientras que los días 6 y 7 de febrero son los que el calendario reserva para las Águedas de San Lázaro, según ordena la tradición.

En este sentido, desde la cofradía lazarina remarcan que son muchos los grupos de mujeres que en los últimos años proliferan desde finales de enero por la ciudad ataviadas, cantando y pidiendo "miaja", si bien no se trata de las cofradías que desde siempre tuvo Zamora, que siguen cumpliendo escrupulosamente sus fechas en el calendario, sino de asociaciones que nada tienen que ver con la tradición de siglos que guardan las Águedas.

Porque ser Águeda es mucho más que lucir las galas tradicionales, "disfrazarse" y salir a pedir por las calles; ser Águeda es honrar a la santita y recordar a las mujeres valientes que precedieron a todas las cofradas en los años en que la igualdad era una utopía y pocas eran las que desafiaban el poder masculino y se echaban a la calle para reivindicar, aunque fuese desde el cántico, el papel de la mujer en la sociedad.

Todo está ya preparado. Mañana será día de rezos y procesiones en las dos orillas del Duero, en San Frontis y en San Lázaro, dos barrios hermanados por la devoción secular que guardan sus mujeres a Santa Águeda.

Y pasado, jueves, vendrá la alegría y el canto de la mano y las panderetas de estas Águedas que durante siglos han hecho suyo el dicho de que "a mal tiempo, buena cara". Este año lloverá, pero las Águedas de Zamora volverán a las calles y sus voces y sus cantos serán la mejor manera de festejar a la santa.