Vísperas de Santa Águeda
Las cofradías históricas de San Lázaro y de San Frontis celebran mañana su día grande
Primero, bajar los enseres y las andas de la cofradía a la iglesia de San Lázaro. Después, ponerle la corona y colocar las flores de la santa. Y armar el pendón, y poner los lazos a la palma y a las varas de las mayordomas. Todo está ya a punto para que las Águedas de San Lázaro, una de las dos cofradías históricas de la ciudad junto con San Frontis, celebren mañana su día grande, con la misa de la mañana y la tradicional procesión por la tarde.
Cinco son los cargos que se renuevan cada año: dos mayordomas (por orden de lista); y la jueza, la palma y el pendón, que se pasan de unas a otras de forma voluntaria, obligando así a las entrantes a recibir en sus casas al resto de las hermanas el día de Santa Águeda del siguiente año.
También las Águedas de San Frontis han celebrado sus vísperas en el templo sanfrontino y han puesto a punto a su santita, una preciosa imagen que mañana sacarán a las calles ricamente ataviada.
Y así amanecerá mañana 5 de febrero. Con o sin ciclogénesis, llueva o truene, las Águedas sanfrontinas y lazarinas, las auténticas Águedas de Zamora, celebrarán su día grande y cumplirán una tradición de siglos, si bien a estas dos cofradías hay que añadir la recién creada en la iglesia de San Lorenzo, también erigida canónicamente.
Procesiones
Por su parte, la cofradía de San Lázaro celebra su misa a las 12 horas en el templo lazarino, mientras que la procesión discurrirá a las 16.30 horas por las calles próximas al templo lazarino.
Ya el jueves, las Águedas de San Frontis cruzarán el puente y recorrerán las calles céntricas de la ciudad, mientras que los días 6 y 7 de febrero son los que el calendario reserva para las Águedas de San Lázaro, según ordena la tradición.
Porque ser Águeda es mucho más que lucir las galas tradicionales, "disfrazarse" y salir a pedir por las calles; ser Águeda es honrar a la santita y recordar a las mujeres valientes que precedieron a todas las cofradas en los años en que la igualdad era una utopía y pocas eran las que desafiaban el poder masculino y se echaban a la calle para reivindicar, aunque fuese desde el cántico, el papel de la mujer en la sociedad.
Todo está ya preparado. Mañana será día de rezos y procesiones en las dos orillas del Duero, en San Frontis y en San Lázaro, dos barrios hermanados por la devoción secular que guardan sus mujeres a Santa Águeda.
Y pasado, jueves, vendrá la alegría y el canto de la mano y las panderetas de estas Águedas que durante siglos han hecho suyo el dicho de que "a mal tiempo, buena cara". Este año lloverá, pero las Águedas de Zamora volverán a las calles y sus voces y sus cantos serán la mejor manera de festejar a la santa.