Vecinos de Zamora alertan de vertidos fecales al río y denuncian el colapso del colector tras las lluvias del 4 de mayo
La tormenta dejó 30 litros por metro cuadrado en una hora y volvió a inundar calles, plazas y garajes. La Asociación de Vecinos de Olivares señala deficiencias estructurales en la red de colectores y años de desatención institucional
La fuerte tromba de agua registrada en Zamora el pasado domingo 4 de mayo, con 30 litros caídos en apenas una hora, provocó nuevos episodios de inundaciones en distintos puntos de la ciudad. Las acumulaciones afectaron a viviendas, garajes, plazas y calzadas, siendo especialmente visibles en la rotonda de la estación de ferrocarril, donde el tráfico se vio interrumpido. También se registraron incidencias en el barrio de Pinilla y en la calle Ignacio Gazapo, junto al Puente de Piedra.
Desde el Ayuntamiento se ha planteado la construcción de un “tanque de tormentas” subterráneo como posible solución al problema recurrente de embalsamientos. Sin embargo, desde la Asociación de Vecinos de Olivares se insiste en que las causas del colapso son más profundas y estructurales, y que tienen que ver con el diseño, la capacidad y el mantenimiento de la red de colectores que confluyen en esta zona.
Los vecinos recuerdan que los tres colectores principales de la ciudad (el de la carretera de la estación y calles Villalpando y Obispo Nieto, el de la margen derecha y el de la margen izquierda del Duero) convergen en el parque de Olivares antes de dirigirse a la EDAR (Estación Depuradora de Aguas Residuales) situada en la carretera de Almaraz. Esta confluencia se produce en una infraestructura cuya sección es más estrecha que la de los colectores de origen, generando un efecto embudo que provoca retenciones e incluso vertidos en caso de lluvias intensas.
Las denuncias vecinales se remontan a finales del siglo pasado. En 2002, durante una campaña electoral, el entonces alcalde prometió clausurar el colector de Olivares y desviar su flujo directamente desde la antigua fábrica de los Pisones hacia la nueva depuradora. Sin embargo, cuando en 2004 se realizó la conexión, esta se hizo desde una gran arqueta al final del colector existente, y los vertidos fecales al río continuaron. Entre 2004 y 2007, la situación derivó en múltiples denuncias ante SEPRONA, la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León y la Confederación Hidrográfica del Duero, que incluso abrió expediente sancionador al Ayuntamiento.
A lo largo de los años se han ido improvisando soluciones: construcción de nuevas arquetas, instalación de válvulas de aliviadero, y modificaciones puntuales que los vecinos califican de “parches” ineficaces. En episodios de lluvias intensas, el arroyo de Valorio sigue recibiendo vertidos fecales, sobre todo en el tramo comprendido entre la entrada al bosque urbano y el parque de Olivares, a través de aliviaderos que buscan liberar presión del sistema. Esta situación también se repite en la vía pública, con aguas residuales aflorando por bocas de alcantarilla en lugares como la rotonda de la estación.
Según los vecinos, el diseño de la red de colectores —confluencia en un único punto de todos los vertidos de la ciudad y posterior canalización en un solo conducto de menor sección— es el origen del problema. La conexión a la EDAR, además, se realiza en ángulo recto en una de las arquetas, lo que complica aún más el flujo. Durante lluvias intensas, el sistema se colapsa desde el punto de unión con el emisario hacia atrás, provocando una cadena de aliviaderos abiertos y filtraciones a cielo abierto.
También se pone en duda la capacidad operativa de la EDAR, que, desde su puesta en marcha, no parece tener una capacidad suficiente de absorción durante episodios de carga máxima. A esta problemática se suma el deterioro físico del propio colector: los vecinos han detectado pérdidas en el caudal del arroyo de Valorio durante buena parte del año, atribuibles no solo a la falta de lluvias, sino a filtraciones provocadas por grietas en el colector que discurre bajo el arroyo.
Desde la Asociación de Vecinos de Olivares se ha propuesto, sin obtener respuesta institucional, una solución alternativa que consideran más eficaz: desviar directamente el colector de la calle Villalpando y Obispo Nieto hacia la EDAR por la carretera de Almaraz, evitando su paso por el parque de Olivares. Aseguran que esta opción ya fue contemplada en los planos originales de la depuradora y piden que se estudie seriamente su viabilidad.
La última denuncia pública de la asociación se produjo con motivo del programa municipal “RenaturaliZA”, que actúa sobre el corredor ecológico del arroyo de Valorio. Los vecinos consideran que este tipo de proyectos no puede ser coherente si se mantiene el vertido de aguas residuales al entorno natural. Por ello, reclaman que se elabore un estudio técnico riguroso sobre toda la red de saneamiento y se aborde una solución integral, aprovechando los recursos propios del Ayuntamiento y las posibles ayudas europeas.