Un otoño generoso en setas

Miembros de la Asociación Micológica de Zamora en una excursión realizada recientemente a tierras sayaguesas

La Asociación Micológica realiza distintas salidas para recolectar las exquisitas especies de la provincia.

Dicen los expertos que es éste un buen otoño para la recolección de setas. Al inicio temprano de la campaña (con las últimas lluvias del verano), se suma un otoño húmedo y temperaturas suaves que propiciará una temporada muy generosa para los recolectores. Llueve, y tras las lluvias aparecerán las setas, uno de los productos más exquisitos y valorados que ofrece la provincia.

Consumidores y recolectores valoran cada vez más las propiedades gastronómicas de las setas y hongos, hasta el punto de promocionar el turismo micológico con jornadas y licencias especiales para los turistas. La Asociación Micológica de Zamora realiza desde su fundación una intensa labor de divulgación y de didáctica en torno al mundo de las setas, cuya cultura y recolección está extendida en toda la provincia, especialmente en las comarcas de Aliste y Sanabria.

Especies como el 'boletus edulis', rebozuelo, níscalo, seta de cardo, trompeta de la muerte, cantarelus, rúsula, senderuela, garicus, cucurriles y la amanita cesárea proliferan en montes y bosques en los que es frecuente la presencia de recolectores bien para consumo propio o bien para su comercialización.

La Asociación Micológica realiza salidas al campo con sus socios para profundizar en el conocimiento de las distintas especies. Recientemente una treintena de sus miembros se ha desplazado a tierras sayaguesas, concretamente a Peñausende, en unos parajes que lindan con la comarca salmantina de Ledesma, con dos hábitats bien diferenciados.

Con ciencia y paciencia, los buscadores de setas recorren el terreno y una vez que localizan el preciado manjar proceden a extaerlo de la tierra con la navaja para depositarlo con cuidado en cestas de mimbre a fin de preservar su frescura.

Parte del paisaje elegido en esta ocasión por la Asociación Micológica para su excursión está conformado por una zona de encina, roble y jara, donde aparecen especies como boletus edulis, boletus aéreus, lecinum lepidum, amanita phalloides y amanita citrina, además de numerosas russulas, cucurriles (macrolepiota procera) y gran variedad de cortinarius.

El segundo hábitat lo conformaba un inmenso pinar con níscalos (lactarius deliciosus), russukas y clitocybe odora, entre otras especies, que los miembros de la asociación recoletaron para proceder a su reconocimiento y dar después buena cuenta, ya en sus hogares, gracias a las numerosas recetas existentes en nuestra gastronomía para exaltar uno de los productos más preciados y exquisitos que da la tierra en otoño, como son las setas.