Santa Clara, el paraíso del resbalón: donde el suelo parece de cristal y las caídas son parte del paisaje

Santa Clara, la arteria principal de Zamora, centro neurálgico del comercio, paseo obligado de zamoranos y visitantes, vuelve a protagonizar titulares… pero no por su actividad comercial o su belleza, sino por su peligrosísimo pavimento.

Y es que basta con que caigan cuatro gotas para que las losas blancas —tan bonitas como traicioneras— se conviertan en una auténtica pista de patinaje. Quien pisa, resbala. Y quien no lo ha hecho aún, vive con miedo de hacerlo.

Las caídas, torceduras y sustos se suceden con frecuencia, aunque poco se denuncia por el temor generalizado a que vuelvan las obras o porque ya hay quien ha hecho del andar con cuidado por Santa Clara un arte.

Cuidado con pisar en falso, porque en esta calle, o caminas como si llevaras huevos en los zapatos… o el suelo te recuerda de cerca quién manda. Mientras tanto, el problema sigue ahí: tan brillante como el mármol, pero tan deslizante como un chiste malo en misa.

Santa Clara, bonita sí… pero ¡ojo! que aquí el turismo puede empezar con una visita a Urgencias.