“Lo que salva al pueblo es lo público”: UGT denuncia la precariedad de los bomberos forestales en Castilla y León tras los incendios en Zamora
El sindicato critica la falta de medios, la ausencia de reconocimiento profesional y la descoordinación en la extinción de incendios, que ya han dejado cuatro fallecidos y miles de hectáreas arrasadas en la provincia
(UGT) ha denunciado la crítica situación en la que trabajan los bomberos forestales y brigadistas en Castilla y León, especialmente en Zamora, tras la oleada de incendios que ha devastado miles de hectáreas, con un balance de cuatro muertos, decenas de heridos y centenares de vecinos que han tenido que abandonar sus hogares.
En una rueda de prensa celebrada en Zamora, con la presencia de Victoria Corbacho Arana, secretaria general federal del sector autonómico y local, y Tomás Pérez Ureña, secretario general de Servicios Públicos de Castilla y León, el sindicato puso sobre la mesa las graves carencias del operativo contra incendios. “Estos fuegos son el resultado de un cóctel explosivo: condiciones meteorológicas extremas, falta de personal cualificado, ausencia de prevención y una desorganización alarmante”, señalaron.
Desde UGT se subrayó que en Castilla y León ni siquiera se reconoce la categoría de bombero forestal, lo que impide, entre otras cuestiones, el reconocimiento de enfermedades profesionales derivadas de la exposición al humo y otros riesgos laborales. En su lugar, los trabajadores aparecen contratados como peones, brigadistas, mangueristas o conductores.
El sindicato denunció también que muchos efectivos han trabajado jornadas de hasta 22 horas sin descanso adecuado, algunos teniendo que costearse de su propio bolsillo equipos de respiración o lavar sus uniformes especiales sin medios adecuados. Asimismo, criticaron la falta de prevención en invierno, con cortafuegos y limpiezas de montes sin ejecutar, y la descoordinación durante los incendios, donde cuadrillas llegaron a permanecer horas sin recibir órdenes.
UGT reclamó además la aplicación inmediata de la Ley Básica de Bomberos Forestales 5/2024, que homogeneiza funciones y condiciones laborales a nivel nacional, y cuyo periodo transitorio de un año está a punto de finalizar sin que Castilla y León haya avanzado en su desarrollo. Entre las exigencias planteadas se incluyen jornadas máximas de 12 horas, formación continua, equipos de protección individual homologados y el reconocimiento de la categoría profesional.
“Lo que salva al pueblo es lo público”, defendió Corbacho, quien acusó a la Junta de Castilla y León de desmantelar los servicios públicos y abrir la puerta a la privatización. El sindicato anunció que recopilará datos y presentará denuncias ante Inspección de Trabajo y las administraciones responsables para exigir responsabilidades.