Psicólogos denuncian el abandono de la salud mental pública: “ En zonas como Zamora, la sanidad pública es el único recurso”

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Alertan del incumplimiento del aumento de plazas PIR prometido por el Ministerio, el colapso asistencial y la precarización del sistema, especialmente grave en provincias con población envejecida y rural como Zamora.

 

Psicólogos clínicos, residentes y aspirantes a la formación PIR (Psicólogo Interno Residente) han alzado la voz con una denuncia pública colectiva para visibilizar la grave situación que atraviesa la salud mental pública en España. En una carta abierta enviada a los medios, denuncian el incumplimiento del compromiso asumido por la ministra de Sanidad, Mónica García Gómez, de aumentar las plazas PIR hasta 494 antes del final de la legislatura. La realidad es que en la última convocatoria solo se han ofertado 280 plazas, un incremento de apenas seis respecto al año anterior, y con una reducción de tres plazas en el turno libre.

La denuncia no se limita al número de plazas. Los firmantes reclaman también un aumento de las plazas de PEPC (Psicólogos Especialistas en Psicología Clínica), responsables de la atención directa y la supervisión de los residentes. Actualmente, muchos PIR terminan su formación sin opciones reales de continuar en el sistema público, lo que agrava la precariedad de los profesionales y la saturación de los servicios.

A esta denuncia colectiva se ha sumado el testimonio de un estudiante zamorano que prepara el examen PIR por cuarta vez, y que ha querido mantener el anonimato. Su relato es el reflejo del agotamiento y la indignación compartida por cientos de opositores en todo el país: “En una palabra: lamentable. Las listas de espera superan fácilmente los 12 meses. La salud mental se ha convertido en un servicio ‘premium’ al que se accede tarde, cuando se accede. Mientras, se sobrecarga a los profesionales y se recurre cada vez más a la medicación como única salida rápida”. 

Los denunciantes critican lo que califican como una utilización política de la salud mental sin un compromiso real. “Se repite que la salud mental es prioritaria, pero no se dota de medios reales al sistema. Lo que debería ser una mejora estructural se convierte en propaganda vacía”, lamentan.

El estudiante zamorano coincide:“Se está haciendo política con el sufrimiento de la población. Todos los partidos agitan la bandera de la salud mental, pero ninguno la defiende de verdad”. En su opinión, la escasez de plazas y el debilitamiento del modelo PIR afecta de lleno a la calidad del sistema: “Los PIR no somos estudiantes pasivos. Trabajamos bajo supervisión, atendemos pacientes, hacemos psicoterapia, participamos en los equipos clínicos. Reducir plazas no es solo frenar el acceso: es deteriorar la atención psicológica en la sanidad pública.”

Una de las principales críticas tanto en la carta como en el testimonio es la contratación de psicólogos no especialistas en salud mental para cubrir vacantes en el SNS: “Es como poner a alguien sin especialidad a operar un corazón. No se puede normalizar eso en salud mental. El PIR es la única vía que garantiza una formación clínica especializada, supervisada, con rigor. Improvisar con eso es peligroso para los pacientes y desmoralizante para los profesionales”.

El joven opositor advierte que en provincias pequeñas y envejecidas como Zamora, los efectos de esta precarización se agravan aún más: “Zamora es especialmente vulnerable: muchas personas mayores, con problemas de aislamiento, duelo, deterioro cognitivo o enfermedades crónicas, no tienen acceso a un psicólogo clínico. Las listas de espera son larguísimas, y la respuesta suele ser medicación, porque no hay personal suficiente para ofrecer psicoterapia. Además, en muchas otras zonas como Zamora, donde el acceso a servicios privados es limitado y muchas veces inaccesible por razones económicas o de movilidad, la sanidad pública es el único recurso.”

También reclama más recursos específicos en salud mental infantojuvenil y programas de prevención en centros educativos, una carencia estructural que se arrastra desde hace años en muchas zonas rurales: “La sanidad pública es el único recurso para muchos zamoranos, y vivir en una zona rural no debería significar recibir una atención de peor calidad, o directamente no recibirla. Pero esa es la realidad”.

Una situación que mantiene frustrados a muchos estudiantes al enfrentarse a un proceso largo del que no ven un futuro esperanzador. Ante esto reclaman un aumento sostenido de plazas PIR y PEPC, la mejora de condiciones laborales para los profesionales del Sistema Nacional de Salud y un refuerzo de plantillas y recursos que garanticen una atención psicológica pública, especializada y accesible.