La provincia llena Zamora en una protesta inédita por la Sanidad Pública
Casi 2.000 zamoranos de todo el mapa reclaman a la Junta que de marcha atrás a la reorganización de la Atención Primaria
Recuerdan que “Zamora no es Valladolid” y piden que la dispersión geográfica sea atendida de manera integral
Una nutrida representación de vecinos de todas las comarcas del mapa provincial se ha acercado este mediodía a la capital para sumarse a la concentración convocada por la Movimiento en Defensa de la Sanidad Pública de Zamora y que ha paralizado las principales arterias del centro de la ciudad a su paso con proclamas reivindicativas como "Sin Sanidad, Zamora se cierra", "No cierren las puertas, consultas abiertas" o "Consultas presenciales, con más profesionales".
En un momento en el que decenas de pueblos y pedanías cumplen 585 días con los consultorios cerrados -para muestra el más que famoso contador de Monumenta-, la reorganización de la Atención Primaria planteada por la Consejería de Sanidad ha puesto en pie de guerra a la provincia. Casi 2.000 personas se han sumado a la protesta con banderas, pancartas y todo tipo de mensajes reivindicativos.
Si bien el verano supuso la cima de protestas que a día de hoy mantienen ·de manera muy incisiva" zonas como Sayago, Litos y Pozoantiguo -y que ha agradecido hoy el portavoz del Movimiento en Defensa de la Sanidad Pública, Jerónimo Cantuche-, la protesta de este sábado ha puesto de manifiesto el hartazgo de los vecinos de la provincia con el trato que están recibiendo a nivel asistencial con cita previa, recorte de sanitarios, plazas sin cubrir y profesionales que no dan abasto.
Sanabria, Alta Sanabria, La Carballeda, Aliste, Benavente y Los Valles, Tierra del Pan y Tierra del Vino, Villalpando, Toro, La Guareña, Tábara, Corrales, Sayago, Carbajales han estado representados en la protesta con pancartas y que han estado apoyados por todas las organizaciones que componen el Movimiento en Defensa de la Sanidad, sindicatos y asociaciones, que también ha contado con la presencia de alcaldes como el toresano Tomás del Bien.
Decenas de autobuses y otros tantos vehículos particulares se han acercado hoy para manifestar un descontento que hoy ha colapsado la capital y ha puesto de manifiesto la necesidad de “una atención a la salud” y “no a la enfermedad”.
Sólo desde Sayago se han habilitado tres autobuses desde Fermoselle, Bermillo y el coche de línea habitual. A ellos se iba a sumar otro autobús fletado desde Fariza pero que, en el último momento, no ha podido ponerse en marcha, lo que no ha impedido que los vecinos se hayan acercado en sus vehículos particulares.
La manifestación -que ha discurrido entre la plaza de Viriato y ha llegado a las puertas de la Delegación Territorial de la Junta en Zamora- ha querido reclamar que les cuenten, “porque son más de veinte”. A ellos se han sumado decenas de zamoranos de la capital, conscientes del efecto que este planteamiento supondrá para las zonas más despobladas y que pone en peligro el futuro de once de las 22 zonas básicas de salud.
Según ha denunciado Cantuche, la propuesta de "atención a demanda" realizada por la consejera Verónica Casado no hace más que socavar el sistema de la Sanidad Pública en favor de la privada y denuncia que la actual forma de entender la Sanidad dista mucho de la Orden de 1991 en la que se fijaban los criterios para acudir a los pueblos en las consultas. "Ese preámbulo entendía que el envejecimiento de la población obligaba a incrementar la periodicidad de las consultas médicas y de enfermería en las pequeñas localidades", una situación que dista mucho del planteamiento actual que hace que "parece que ahora seamos más jóvenes y más" en los pueblos a tenor de los recortes propuestos.
Frente a esta Orden, la actual propuesta contempla que los centros de salud deberán tener un mínimo de 5.000 tarjetas, lo que conllevará la reunificación o disgregación de los centros, "una forma muy ladina de decir que desaparecerán". Cantuche ha mostrado la disconformidad de este planteamiento entre aplausos: "No pueden ampararse en la pérdida de población para la eliminación de consultas y médicos de familia, porque ningún pueblo debe estar sin consulta medica".
“Esta es la propuesta de la consejera. Hacer desaparecer de los 12 centros que hay en peligro al menos cinco ó seis, que lo tengan muy claro”, ha clamado Cantuche durante la lectura al término de la protesta. Al grito de “consejera, dimisión”, la Plataforma desmiente que se vayan a crear plazas de Médicos de Familia cuando actualmente hay 40 vacantes no cubiertas en los centros de salud zamoranos, a los que se sumarán en un futuro próximo al menos otra veintena de bajas. "Que nos diga la consejera dódse va a crear más plazas y cómo porque no nos lo creemos".
La propuesta pone además en peligro 80 demarcaciones asistenciales que no llegan a las 400 personas por médico: siete en Aliste, cinco en Campos-Lampreana, cuatro en Carballeda, siete en Carbajales, dos en Corrales, tres en Alta Sanabria, seis en Sanabria, cuatro en Vidriales, seis en Tábara, cuatro en Vidriales, las mismas en Tera, Sayago, Benavente Norte y Benavente Sur, seis en Toro, seis en Villalpando y por último, uno en Zamora Norte, la misma cifra que en Zamora Sur. "Con estas cifras se perderán más de 60 plazas de médicos de familia en la provincia, y no lo podemos consentir".
Por último, Cantuche ha reparado en el cambio de terminología de los en su día denominados centros agrupados del Plan Aliste a los consultorios de atención de diaria, que aboca a cerrar el resto de consultorios. "Las personas deberán acudir a ellos pidiendo cita previa, nos llevarán en taxis o furgonetas, pero no nos dicen si saldremos a primera hora de la mañana, recorreremos toza y en qué condiciones y a qué hora nos devolverán a nuestra casa". Acusa a la Junta de tratarles como mercancía y no como personas y les acusa de discriminar a los pacientes de unas zonas sobre otras.
Acusan el modelo "economicista, insolidario, que ignora la dispersión de la población, su envejecimiento, la orografía y la dificultas en los desplazamientos", acusando a la Junta de preocuparse de cuadrar las ratios de habitantes o de tarjetas sanitarias que incrementar el número de consultas médicas o de enfermería.