¿Por qué critica el Colegio de Arquitectos de Zamora el proyecto de renovación de aceras del Ayuntamiento?

Los arquitectos de Zamora tuvieron conocimiento a través de los medios de comunicación el pasado año 2020 del proyecto de renovación de un gran número de aceras que iba a llevar a cabo el Ayuntamiento de Zamora.

El conocimiento no se produjo a través del Ayuntamiento,porque nos fuera informado ni consultado tan importante asunto. Tuvimos información accediendo a las páginas de internet en que el proyecto estaba expuesto ya para licitación. La información nos había llegado a través de una noticia periodística que se hacía eco del gran proyecto municipal de renovación de aceras. Debido a que no era preceptivo, el proyecto pese a su repercusión no fue expuesto a información pública.El arreglo de las aceras de muchas calles de la ciudad se ha dividido en varias partes, varios proyectos.

Cuando estudiamos la documentación nos sorprendieron muy desfavorablemente varias cuestiones. La primera, que se renovaran pavimentos pero, esencialmente, se mantuvieran los límites de las aceras que en muchos casos son estrechas e incómodas. O sea, que se desaprovechara la oportunidad de remodelar los espacios de circulación peatonal en un gran número de calles, quizá las más transitadas y céntricas de la ciudad extramuros. También sorprendía que en la zona intramuros no se aprovechara la oportunidad para seguir ejecutando el proyecto ya redactado, que eligió el Ayuntamiento tras un concurso de ideas con la colaboración del Colegio de Arquitectos.

Intentamos hace un año ser recibidos por el Concejal de Obras, pero no obtuvimos respuesta. Nos dirigimos entoncespor escrito al Alcalde, manifestándole que además del acabado superficial se debería estudiar la remodelación de las aceras pues la inmensa mayoría de las aceras de la ciudad tienen muchas otras características inadecuadas para facilitar el cómodo tránsito peatonal. Desde que se crearon esas calles, hace muchísimos años, las aceras han mantenido la configuración. Pero los usos, los criterios de movilidad y las necesidades de accesibilidad han cambiado enormemente, tendiendo cada vez más a dar prioridad al peatón sobre el coche.

Además, cada vez hay más tendencia a aumentar los espacios de circulación peatonal, al haberse comprobado que la conveniencia de facilitar la aplicación de criterios de distancia social implica la necesidad de nuevos criterios de diseño del espacio público. Muchas de las aceras de la ciudad fueron realizadas en épocas en las que no existía conciencia de accesibilidad y tampoco existía normativa de referencia, y los usos comerciales y residenciales de esas calles también han variado, así como la edad de sus usuarios.

Advertíamos al Alcalde de "la importancia de estos espacios de tránsito para mejorar y enriquecer la experiencia y el disfrute de la ciudad por los ciudadanos y visitantes, y también para favorecer actividades comerciales".

Y el Colegio de Arquitectos abundaba: "A todos se nos viene a la cabeza ejemplos actuales de calles cuya renovación tiene el Ayuntamiento prevista en las que la estrechez de las aceras hace incómodo su uso, con bordillos de alturas inadecuadas, vados mal resueltos que convierten la experiencia de transitar por la acera en un continuo sube y baja, cruces que hacen incómodo pasar por falta de visibilidad a vehículos y peatones, coches aparcados desordenadamente, postes y señales por doquier... En muchas de las calles, incluso del casco histórico, se prima irracionalmente la circulación rodada, llegando a permitir estacionamientos de vehículos en detrimento del espacio que se debía destinar a una cómoda circulación peatonal".

Pero, como le indicamos al Alcalde, "no menos importante que las dimensiones son otras decisiones como los materiales, colores, texturas, mobiliario urbano, dibujo y tamaño de pavimentos, etc".El Colegio de Arquitectos transmitió en su día al Ayuntamiento: "Hemos estudiado los proyectos que están en licitación y tenemos que transmitirte nuestra preocupación. Creemos que la importancia de la obra requeriría un estudio y justificación mucho más detallado de todas las características de las aceras que se prevén ejecutar, fomentando convenientemente la participación de usuariosy técnicos cualificados, como lo son los arquitectos. No parece justificable no hacerlo, por la importancia que la obra tendrá para el bienestar de los vecinos de la ciudad, por la importante cantidad de recursos que se destinan, lo esencial que resultará para actividades cívicas y comerciales y lo duraderas que serán las decisiones que se tomen".

La pandemia mundial ha puesto de manifiesto la necesidad de amplios espacios peatonales en las ciudades, pero ya antes la normativa estatal de obligado cumplimiento indicaba las aceras deben diseñarse con una anchura mínima de 1,80 metros (libres de obstáculos como señales, papeleras, árboles o bancos). También la normativa indica que cuando no sea posible alcanzar esa anchura a distinto nivel para la acera y el espacio de circulación de vehículos se adoptará una solución de plataforma única de uso mixto. Todo bastante elemental por cómodo y práctico.

Le explicamos al Ayuntamiento en nuestro escrito que "rehacer las aceras debe partir de un estudio detallado de necesidades, tomando en consideración lo existente, pero no siendo esclavos de la situación actual, que proviene de decisiones de otros tiempos con otros hábitos, otro tipo de población y demandas mucho menores en accesibilidad, diseño, etc". La normativa actual intenta implementar criterios de racionalidad, y tampoco creemos que merezca la pena el debate de si (al tratarse de una reforma) es de obligatoria aplicación o no, porque la circulación peatonal cómoda es una necesidad: son las arterias por las que circula la sangre de la ciudad, que somos los ciudadanos. Se ha de tener en cuenta que la ciudad es un conjunto, hay que evitar realizar intervenciones puntuales en determinadas calles, que luego no tienen continuidad con el resto de los viales colindantes, la ciudad se tiene que pensar como de manera global para que posteriormente se realicen intervenciones aisladas pero formando parte del conjunto.

Nuestro escrito al Ayuntamiento advertía del error que supone ejecutar los proyectos como se estaban licitando y advertíamos que "las obras de esta importancia es conveniente que se realicen fomentando la concurrencia de ideas". Concluíamos rogando reconsiderar la realización de las obras en tanto no se procediera a un adecuado estudio de los espacios que se pretende mejorar, con participación de los colectivos afectados y la concurrencia de ideas en casos convenientes. Y también indicábamos en nuestro escrito que adjudicarlas obras implicaría un serio inconveniente para poder llevar a cabo las racionales mejoras que solicitábamos.

A raíz de nuestro escrito se retiró de licitación la parte que contemplaba el arreglo de las aceras intramuros, en las cuales no se tenían en cuenta a veces premisas tan esenciales como la plataforma única en casos de estrechez de aceras que tienen la mayoría de los casos.
Reiteramos ahora, como lo hicimos con el Ayuntamiento, que es momento de repensar el papel del coche en nuestra ciudad. Zamora tiene un tamaño adecuado para favorecer los desplazamientos caminando, pero nuestras aceras deben también facilitarlo, en lugar de convertirlo en una penosa experiencia, por su estrechez, desniveles, falta de arbolado, falta de mobiliario urbano, elementos de señalización desordenados, nulo diseño, falta de uniformidad de criterios, etc. Se ha de tener en cuenta las nuevas tecnologías que se están implantando en las ciudades para el desplazamiento, se ha de compaginar en los viales urbanos esta posibilidad de movilidad y que han de compartir, sin interrumpirse, las calles de la ciudad.

No hace mucho tiempo algunas de las calles y plazas más céntricas estaban entregadas a los vehículos: plaza de Hacienda, del Maestro Haedo, de Fernández Duro, del Seminario, del Maestro,de Santiago o calles como San Torcuato, Benavente, Viriato... ¿Quién no piensa que fue un acierto entregar esos espacios al uso y disfrute de todos los ciudadanos y visitantes, mediante la prioridad peatonal?
Confiamos que el Alcalde valore la importancia del asunto y haga lo necesario para reconducirlo. La ciudad se beneficiaría y los ciudadanos seguro que lo agradecerían.