El legado, presente y futuro del emprendimiento zamorano se da cita en el Ramos Carrión
Emprendimiento en Zamora, la tónica de esta gala de Premios Talento ha tenido su viva imagen en el coloquio realizando por seis personas que son el reflejo de sus negocios.
Manuel Fariña, encargado de Bodegas Fariña y que mantiene el espíritu y el legado de su familia, constituyendo ya la cuarta generación de una de las empresas zamoranas por excelencia. Fariña apuntaba que “en esta tierra hay veces que nos falta el orgullo de demostrar que somos los mejores, aunque no lo seamos”. Con más de 70 años de historia, Bodegas Fariña se ha constituido como una de las Denominaciones de Origen Toro.
Otra de las protagonistas fue Nuria Martín, aunque ya conocida en los Arribes por el nombre de su negocio, Numa Cerámica. Una apuesta y un cambio radical en su paso de Madrid a Gamones de Sayago, donde plasma en cada una de sus piezas los detalles de los Arribes del Duero. Su empresa es la encargada de emplatar las creaciones de grandes restaurantes zamoranos, como el Lera o el Sancho.
Su apuesta le ha llevado a ser una de las empresas que plasman en cada obra la biosfera zamorana, aunque no exenta de problemas de conexión a Internet, una constante en su día a día. A pesar de ello, reconocía estar en en el "mejor momento de mi vida", cumpliendo el sueño de dedicarse a la cerámica.
Por otra parte, el fiel reflejo de la apuesta por el sector de la automoción en Zamora es José de Dios, dirigente de Automóviles José de Dios, lanzaba un mensaje de apuesta por la provincia, siendo una tierra dispersa y de oportunidades, en la que hay que aprovechar las nuevas tecnologías para trabajar desde cualquier punto de la geografía zamorana sin necesidad de desplazamiento.
Además, Daniel Goñi, escultor zamorano, aconsejaba perder el miedo al fracaso y apostar por "el creer en ti mismo".
Óscar Iglesias, de Recoletas Zamora, pedía "confiar en Zamora" y en su potencial, yendo más allá del sector primario y reclamando la Silver Economy como "oportunidad de negocio" de cara a la gente joven y talentosa. Por último, Ballesteros, animaba a los jóvenes a visitar su negocio y pasar una semana junto a él para descubrir las entrañas de cómo funciona el sector cárnico.