OSCYL enamoró anoche a los zamoranos con un gran concierto
Ayer, 13 de julio, la Plaza de la Catedral de Zamora se convirtió en el epicentro de la cultura y la música con el concierto de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León (OSCYL). A las 21:00 horas, el evento arrancó como parte de la gira "Plazas Sinfónicas", una iniciativa que lleva la música sinfónica a espacios públicos de todas las provincias de la Comunidad durante el verano. Esta serie de conciertos, organizada por la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte, se ha consolidado como un clásico veraniego gracias a su éxito en ediciones anteriores.
La velada comenzó con la 'Tocatta de l’Orfeo' del compositor italiano Claudio Monteverdi. La primera parte del programa incluyó la 'Obertura de Dido y Eneas' de Henry Purcell, la 'Danza de los salvajes de Las Indias Galantes' de Jean-Philippe Rameau, la 'Obertura de La flauta mágica' de Wolfgang Amadeus Mozart y la 'Obertura de El Barbero de Sevilla' de Gioacchino Rossini.
En la segunda mitad, la OSCYL continuó deslumbrando al público con la 'Obertura de La fuerza del destino' de Giuseppe Verdi, el 'Preludio de Los maestros cantores de Núremberg' de Richard Wagner, el 'Intermezzo de Cavalleria rusticana' de Pietro Mascagni y la 'Obertura de El murciélago' de Johann Strauss Jr. Para cerrar, la orquesta interpretó el 'Preludio de La revoltosa' de Ruperto Chapí, dejando al público con una sorpresa especial en honor a Zamora.
Las sillas del público estuvieron completamente ocupadas, con los zamoranos disfrutando de una noche emociante, rodeados de música y las impresionantes vistas de la catedral. La Plaza de la Catedral se llenó de aplausos y emoción, confirmando una vez más el éxito rotundo de esta iniciativa cultural.