Oleada de grafitis y pintadas en el Barrio de los Bloques: Calle Cuba y Francisco Pizarro mural de los gamberros

Las pintadas siguen siendo un gran problema en Zamora, "pintajos" que vuelven a resurgir tras una temporada de calma pero gracias al toque de queda proliferan. Afean todos los edificios en cualquier calle de la ciudad. Esta vez les ha tocado a los vecinos de la calle Francisco Pizarro, y el fin de semana a los de la Calle Cuba. El grafitero y su firma salen para pintorrejear fachadas pasadas las 10 de la noche tras el toque de queda.

Hace poco más de un año que los vecinos de la calle Francisco Pizarro habían reformado la fachada del edificio. El pasado fin de semana, toda la pared del inmueble amaneció con "garabatos".

No es el único caso. Todos los días los vecinos de Zamora denuncian este tipo de actos vandálicos en cualquier calle de la ciudad y hasta en monumentos protegidos. Sin ir más lejos, la fachada del convento de las Dominicas Dueñas está llena de pintadas desde hace meses y hace un año, la de la iglesia de San Esteban apareció con "garabatos" que fueron limpiados por el Ayuntamiento de Zamora.

La calle Cuba también fue presa del "pintorrejeador" al que le gustan los círculos y los signos con flechas de vuelta, su firma la estampa también tras la gamberrada que no logran cazar los agentes de orden público para así poder efectuar la correspondiente denuncia, agravada por el incumpliendo del toque de queda.

Nocturnidad, alevosía, saltarse el toque de queda, y reiteración en grafittis en la ciudad son los actos de este y otros individuos que utilizan la noche para destrozar fachadas y portales. Nos consta que las denuncias han sido practicadas ante la autoridad competente que tendrá que al menos tomar nota de esta nueva oleada y escalada de actos vandálicos en el barrio de los Bloques o Juan Sebastian el Cano.

Las decenas de murales que cuestan una buena cantidad de dinero a la ciudad no son ejemplo para los que prosiguen ensuciando y afeando la misma, el respeto vuelve a perderse ante la impunidad de estos "artistas" que no practican el arte en su casa.

La dinámica es clara y el modus operandi observado es el siguiente: Un día aparece una pintada en una calle, si no hay denuncia o no hay alerta o alarma y la policía no lo o los ha controlado, al dia siguiente o como mucho tardar a la semana las pintadas se generalizan, es como si se tratara del juego del gato y el ratón, lo que pasa es que el ratón parece vencer siempre, quizá necesitemos más gatos.

Estas son las "obras de arte" de un individuo que no debe tener pared en su casa para pintarla, el problema siempre es para las casas de los demás que no quieren artistas como este en las suyas.