Miles de zamoranos visitan el cementerio en el Día de Todos los Santos
Un año más miles de zamoranos se han desplazado hasta el cementerio de San Atilano para honrar a sus difuntos en el Día de Todos los Santos. Desde primera hora de la mañana y a lo largo de todo el día, el camposanto se ha convertido en punto de encuentro y oración.
Como marca la tradición, flores en las sepulturas, gente paseando por los pasillos, colocando flores, cogiendo agua de las fuentes o limpiando las lápidas para que en la festividad de Todos los Santos las tumbas de sus seres queridos estén a punto para la visita obligada al cementerio.
Los instantes que se viven hoy se repiten todos los años el día 1 de noviembre, cumpliendo con el rito de honrar a los difuntos en un día dedicado a su memoria en el que las calles del camposanto se convierten en un auténtico desfile de gentes.
La jornada discurre tranquila, tan solo resaltar como incidente una caída de una persona mayor que tropezó con una baldosa suelta y ha tenido que ser trasladada en ambulancia hasta el hospital.
Para acudir al camposanto muchos de los zamoranos han optado por el transporte público, la línea 2 de autobuses urbanos se ha reforzado para tener una frecuencia cada 10 minutos y evitar de esta manera las aglomeraciones que otros años se producían con los coches particulares. Se ha habilitado el parking del Ruta de la Plata para aparcar los vehículos ya que la zona de aparcamiento del recinto del cementerio estaba ocupada por los puestos de flores, que al igual que el año pasado han tenido gran éxito y a mediodía habían vendido parte de sus existencias.