Los trabajadores de Los Tres Árboles estallan: "Se nos obligó a quitarnos las mascarillas para no dar una imagen alarmista"
Los trabajadores de la Residencia de Los Tres Árboles, perteneciente a la Junta de Castilla y León, una de las más afectadas por la COVID-19 desde el inicio de la pandemia han explotado y cargan contra la dirección del centro por la inacción en los primeros días y por "poner en riesgo a los residentes y trabajadores" obligándoles, entre otras cosas, a "quitarse las mascarillas". La Residencia que lleva 27 personas fallecidas desde que se inició la crisis está siendo cuestionada en su dirección por trabajadores y por opinión pública y familiares de enfermos que en algún caso ya han dado parte a la fiscalía.
"A fecha del 8 de mayo de 2020, hemos explotado tras el trato recibido por nuestra dirección durante los últimos dos meses. Para poneros en conocimiento los hechos, todo empezó antes del estado de alarma cuando empezamos a tener varios casos de residentes cuyo cuadro clínico era perfectamente compatible con el COVID-19. La dirección, lejos de hacerse cargo y alarmarse por esto, continuó siguiendo con el trabajo normal dentro del centro, a pesar de que varios trabajadores le avisaron y pusieron en su conocimiento que el virus estaba brotando en nuestro centro. Cuando vimos que la residencia era un foco importante para posibles contagios, se aconsejó que se cerraran las puertas y no se permitiera salir a los residentes válidos ni mucho menos entrar a familias y evitar una posible propagación del virus por las instalaciones" inician explicando los trabajadores del centro sobre la inacción de la dirección de la Residencia de Los Tres Árboles durante los primeros días de la pandemia en Zamora.
Todas estas medidas que, según los trabajadores del centro, tardaron en "hacerse efectivas más de una semana", son muy criticadas por los trabajadores ya que esto acabó "poniéndonos en riesgo a todos, desde los mismos residentes hasta trabajadores que a día de hoy, y por una nefasta gestión, continuamos aislados de nuestras familias".
"La carga de trabajo comenzó a aumentar a niveles altísimos en todos los campos de trabajo dentro del centro, y todos pedimos más personal ya que nos era imposible abarcarlo todo, tardando esto en hacerse efectivo una vez más, bastante tiempo; desconocemos si por falta de interés en la contratación o por falta de personal disponible para trabajar" sentencian los trabajadores quienes ya habían pedido, durante las primeras semanas de la pandemia, apoyo de mayor número de trabajadores.
En el relato de estos trabajadores se explica que comenzaron "a tener miedo" especialmente cuando les obligaron a quitarse las mascarillas: "Empezamos a utilizar mascarillas quirúrgicas que íbamos encontrando por el centro los primeros días, pero se nos obligó a quitárnoslas ya que según la dirección, estábamos dando una imagen alarmista y aseguró que no había ningún caso dentro de nuestra residencia, ya que los trabajadores estábamos siendo cautos y los residentes no habían salido desde hacía una semana". Hay que recordar que hay más de veinte fallecimientos a causa del coronavirus en esta residencia.
"Literalmente a los dos días de esto, una de las trabajadoras del centro da positivo en COVID-19 y tras conocer este dato la dirección, y a pesar de habernos asegurado que no corríamos ningún tipo de peligro, nos obliga a utilizar EPIs en ciertas zonas del centro, a pesar de ya existir otras zonas con residentes que iban presentando síntomas tan claros como fiebres" añaden los trabajadores en el duro comunicado que no deja nada bien a la dirección del centro. "En muchas de las zonas de la residencia, se continuaba después de esto entrando sin utilizar más que mascarillas quirúrgicas, puesto que no había suficientes EPIs, y los que teníamos eran de risa comparado con todos los que veíamos en otros centros" explica una de las trabajadoras.
"A primeros de abril, el personal recibe un correo por parte de la dirección, informándonos de un uso excesivo e inadecuado de guantes, haciéndonos saber que o los usamos mejor o se verá obligada a racionalizarlos" denuncian desde este centro de Los Tres Árboles. "Nos preguntamos, ¿qué es un uso adecuado de guantes? ¿No cambiarse los guantes tras cambiar un pañal? ¿Utilizar los mismos guantes para un residente infectado y otro sano? Desconocemos su respuesta a estas preguntas, ya que nadie nos informó a esa fecha sobre un protocolo adecuado para el correcto uso del material" cargan varios de estos trabajadores que llevan dos meses luchando contra el coroanvirus en Los Tres Árboles.
"Cuando el ejército acude a la desinfección y fumigación de la residencia, observó las mascarillas KN-95 que portaban muchos trabajadores y aconsejó que las retirásemos por su dudosa fiabilidad ante las numerosas noticias que salieron sobre la retirada de este tipo de mascarillas (contrastándose después, que eran fiables para su uso), pero la dirección, lejos de poner calma entre tanto desasosiego y miedo, no se persona en el centro ese mismo día a dar ninguna explicación" denuncian los trabajadores sobre un hecho que ya en su día denunució Zamora News.
Los trabajadores, pese a hacerlo público en las últimas horas, llevaban semanas luchando infatigablemente contra la dirección del centro: "Se pide insistentemente a dirección que se realicen test a los residentes ya que el número de casos compatibles aumenta, el número de aislados, llegando a tener más de 50, también aumenta, pero ninguno confirmado. Se logra hacer test a varios residentes aislados, gracias, según tenemos entendido, al equipo médico del centro, que peleó día tras día con la gerencia del hospital de Zamora para que esto fuese efectivo. Como ya sospechábamos, los positivos son el 99% de los realizados (quedando aun muchas otras personas sin test que a fecha de hoy sí se han realizado)".
"Nos remontamos a hace una semana, cuando Médicos sin Fronteras acude al centro para reorganizar circuitos de limpio y sucio, y desde entonces, la dirección comienza con sus amenazas, hasta tal punto, como se ha comunicado a través de los sindicatos a este periódico, que recibimos correos con amenazas del tipo o esto se cumple, o se tomarán medidas. Cabe destacar que en esta última semana hemos recibido un curso sobre el coronavirus y colocación de EPIs por parte de la mutua que corresponde a nuestro centro, siendo obligados todos los trabajadores a resolver en un plazo de una semana un test. Todo esto, dos meses después de tratar con más de 50 infectados y aislados. Y nos preguntamos, ¿ahora de qué nos sirve? A los únicos que les sirve es a ellos, para el día de mañana poder justificar que fuimos informados sobre las medidas de actuación pero, se ha hecho tarde mal y nunca cuando muchos de nosotros ya estamos infectados" expone una de las trabajadoras que no quiere revelar su identidad por miedo a represalias.
Otra de las duras críticas de los profesionales de la residencia es que en los despachos de la dirección "se han estado utilizando batas desechables, mascarillas FFP2 y quirúrgicas, a pesar de que teníamos poco material, y a pesar de que la dirección no tiene trato directo con ningún residente".
"A mayores de esto, por si teníamos poco, esta semana y de un día para otro se instalan cámaras en el centro, en zonas estratégicas para vigilar la correcta utilización de los EPIs (avisando el día anterior de su colocación vía e-mail, pero sin ningún tipo de cartel que informe en el centro de que estamos siendo grabados). Ningún trabajador ha dado su consentimiento para tal grabación (eso sí, son cámaras sin audio según tenemos entendido), pero sí le aconsejaron a la dirección que no se instalasen, haciendo caso omiso de dichas recomendaciones. Se dan de repente mucha prisa para que todos los EPIs y medidas de seguridad tomadas desde hace apenas 10 días sean adecuados, habiéndonos dejado con el culo al aire el resto de los dos meses que llevamos a pie de cañón" denuncian los trabajadores en un asunto que ha sido puesto en manos de los sindicatos.
"Desconocemos si la colocación de dichas cámaras de vídeo-vigilancia es una orden directa de nuestra dirección del centro o si viene de más arriba, de la Gerencia de Servicios Sociales" explican los trabajadores que, de igual forma, se oponen a ello. En cualquier caso, la indignación es máxima en todos los colectivos ya que "no solo se pone en duda que hagamos bien nuestro trabajo, sino que se nos amenaza con tomar medidas como no lo hagamos bien". "Pensad lo que eso supone en trabajadores como nosotros, que llevamos cargando con ansiedad y miedo casi 60 días a nuestras espaldas. Esto solo ha generado más descontento y un ambiente malo en el trabajo entre los propios compañeros, que parece que tenemos que trabajar sometidos y lejos de estar protegidos por quienes deberían protegernos, nos apuntan con el dedo y están a la espera de que cometamos un error para tacharnos de culpables" exponen.
"A fecha de ayer, 8 de mayo, recibimos un correo en el que se nos informa sobre 16 nuevos residentes que han dado positivo en el test de inmunidad, 16 nuevos residentes con la enfermedad en activo, aunque la dirección asegura que tienen un bajo índice de contagio. Se procede a su aislamiento hoy (aunque la dirección conocía este dato 48 horas atrás y no había informado a ningún trabajador sobre estos positivos, habiendo dejado que entrasen, por ejemplo, auxiliares de enfermería a realizar aseos solamente con guantes y mascarillas, sin batas, ya que en las plantas donde se encontraban dichos residentes eran zonas "limpias" y no podían usar batas" denuncian, lo que podría volver a provocar un brote en este centro.
Puntualizan también, los trabajadores del centro, que ninguno de los trabajadores que ha estado de baja ha recibido una llamada por parte de la dirección para preguntarles cómo se encontraban.
"Hablamos en nombre de la gran mayoría cuando decimos que hemos echado en falta en el día a día palabras de ánimo, de apoyo, un seguid así, un lo estáis haciendo genial, a todos nosotros que hemos estado a pie del cañón, a pie de cama, curando, cuidando, luchando, alimentando, limpiando, cocinando y alegrando el día a todos nuestros residentes. Pero a pesar de eso, solo hemos recibido a una dirección fría, distante hacia todos los colectivos y muy poco empática" asevera una de las trabajadoras que se mantiene sana desde el primer día pero con el miedo de transmitir la enfermedad a sus familiares".
"A pesar de los dos duros meses que llevamos, nosotros sí queremos agradecer todo el esuerzo, vocación, dedicación y entrega a todo el personal sanitario y no sanitario de nuestro centro: médicos, coordinadores, enfermeros, auxiliares, personal de servicios y recepción por hacer un poco más ameno el día a día, porque sin vosotros, ir saliendo poco a poco de esto, no hubiera sido posible" explican estos trabajadores.
El comunicado de los trabajadores finaliza con el recuerdo a los 27 fallecidos en este centro a causa del coronavirus: "Queremos recordar a los residentes que ya nos han dejado, como hemos dicho antes, 27. No sois solo un número para nosotros, aunque por protección de datos no podemos mencionaros con nombres y apellidos. Os llevamos en nuestros corazones y no os olvidaremos".