Los toros vistos desde la presidencia
Julio Martínez, presidente de Las Ventas, y Antonio Boyano desgranan las dificultades que surgen en el palco.
Afición, conocimiento, ecuanimidad y justicia. En estas cuatro palabras se resumen las cualidades que debe tener el presidente de una plaza de toros, como se puso ayer de manifiesto en la charla-coloquio organizado por el Foro Taurino de Zamora bajo el título "Los Toros vistos desde la Presidencia", con la intervención de Julio Martínez, presidente de la Plaza de Las Ventas, y Antonio Boyano, presidente de la Plaza de Zamora.
Palco presidencial de lujo para unos tendidos que ayer fueron también de auténtico lujo en el Hotel AC de la capital zamorana, donde se dieron cita el senador y alcalde de Toro (primera ciudad de España en declarar la Tauromaquia Patrimonio Cultural Inmaterial), Jesús Sedano; el diputado José Luis Prieto Calderón; el torero de plata y apoderado del matador Diego Urdiales, Luis Miguel Villalpando; el presidente de la Asociación Internacional de Tauromaquia, William Cárdenas; el sociólogo mejicano Manuel Camacho, del Instituto de Asuntos Taurinos de Tlaxcala; Jesús López Garañeda, de la Federación Taurina de Valladolid; y el novillero de Villalpando Antonio Boyano, junto a un nutrido grupo de aficionados.
Julio Martínez y Antonio Boyano expusieron sus funciones al frente del palco, no exentas de dificultades y presiones por parte de los distintos sectores de la fiesta, así como la rapidez en la toma de decisiones a la hora de conceder los trofeos.
La charla sirvió asimismo para establecer una comparativa entre la primera plaza del mundo y una plaza de segunda, con sólo dos festejos al año, como es la de Zamora.
Así, Antonio Boyano señalaba que mientras en Madrid no hay problemas de sobreros a la hora de devolver un toro al corral, en una plaza de segunda el limite está en dos sobreros, por lo que hay que medir muy bien desde el principio la devolución de un toro para garantizar la celebración íntegra de todo el espectáculo.
En cuanto a la aplicación de diferentes reglamentos taurinos en función de las Comunidades Autónomas, Julio Martínez se mostró contrario a fragmentar el mundo del toro y apostó por una fiesta única que es, a su vez, la que vertebra la cultura y el territorio español, idea que apoyaba de igual forma Antonio Boyano, quien une a su condición de presidente de plaza la cría de ganado bravo.
De las complicaciones a la hora de la concesión de trofeos habló Martínez, quien además defendió la presencia de un policía como presidente en el palco venteño ya que, según sus palabras, son personal con experiencia en manejar conflictos y encarar situaciones límites, algo que Boyano hizo extensivo a todo tipo de personas a la vez que defendía los cursos para presidentes como una buena herramienta a la hora de acceder a un palco.
Defensa de la tauromaquia
Al coloquio se sumaron en la parte final Willian Cárdenas y Manuel Camacho, quienes expusieron los ataques que sufre la fiesta en los países americanos y del fuerte movimiento de defensa de la tauromaquia que se ha generado para la consecución de la declaración como Patrimonio Universal por parte de la Unesco.
El acto, ameno y muy participativo, finalizó con una prolongada ovación en memoria del maestro José María Manzanares, de cuya muerte se cumplía ayer un mes.